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¿Parque o parking en Santa Nonia?

Dos arquitectos leoneses abren el debate sobre la remodelación integral de la manzana a partir de la conversión del estacionamiento en un aparcamiento en altura o subterráneo

Recreación del proyecto sobre la propuesta de reforma por la fachada de la calle Independencia. LORENZANA Y ALGORRI

León

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Aquellos suelos sobre los que «se implantó la frustrada Fábrica de Hilados, de iniciativa real, a mediados del siglo XVIII, y 50 años más tarde el Hospicio promovido por el Obispo Cuadrillero» se han convertido ahora en la manzana que, «desde el punto de vista funcional, alberga el más importante y concentrado conjunto de equipamientos sociales de la ciudad», como relatan los arquitectos leoneses Ricardo Lorenzana y Eloy Algorri. Pero, debido a esta importancia «por su centralidad, cometido dotacional y carácter público», necesita «una primera reflexión sobre las posibilidades de transformación », como exponen los dos profesionales que promueven el documento desde el que abrir el debate centrado en tres bases: la necesidad de reducir el espacio para los vehículos, con la conversión del aparcamiento de Santa Nonia en un subterráneo y la supresión de carriles; la remodelación de los espacios intermedios para introducir arbolado y vegetación, además de un bloque de viviendas; y revisar los usos de los edificios de equipamientos públicos.

Los tres objetivos guían un documento en el que se apuesta por «la construcción en la zona que hoy ocupa el estacionamiento en superficie de otro subterráneo, destinado principalmente a vehículos eléctricos y que también podría jugar un papel importante en la reconversión del edificio de Correos en un centro logístico». La propuesta descarta la otra idea que maneja la Diputación, propietaria de los terrenos , de que el estacionamiento se ejecute dentro de un edificio de varias plantas , a modo de silo. Frente a esta sustitución, apuesta por convertir el espacio liberado en una plaza pública con arbolado y construir un edificio de viviendas, «en número limitado», sin especificar, pero que sobre el dibujo marca planta baja más cuatro alturas, en forma de ele, con fachada hacia la calle Santa Nonia.

El aumento del espacio para el peatón se trasladaría además a los dos viales que enmarcan la manzana, pero sobre todo a Independencia, donde se plantea ensanchar las aceras, eliminar los estacionamientos, dejar un solo carril de circulación para los vehículos y habilitar una reserva para una ciclovía. La inversión del espacio que ahora se reparten los viandantes y los vehículos se traslada también a la calle Santa Nonia, aunque en esta vía se recoge la opción de mantener una banda de estacionamientos.

El plan propone un edificio con fachada a Santa Nonia y un parque hasta Independencia. LORENZANA Y ALGORRI

La propuesta de este «ágora cultural, con una situacion privilegiada, casi el centro geometrico de la ciudad y hace de bisagra entre el leon antiguo y el moderno», abre «al debate», como reseñan los redactores, quienes insisten en que su documento no es un proyecto de desarrollo, sino «un punto de partida para una reflexión sobre cómo debe transformarse el centro de las ciudades». «Ni siquiera está hecho para que seamos nosotros los redactores, sino para que desde las administraciones públicas se piense qué hacer con una manzana que, ahora que se va a actuar en la parcela del aparcamiento, hay una oportunidad de mejorar el entorno», concede Lorenzana, quien formó parte del despacho de Dominique Perrault, participó en el proyecto del Palacio de Congresos y ahora cuenta con oficina propia en París, M Vilo Bach Arquitectura.

Alzado del reparto de usos de la manzana con el aparcamiento subterráneo de Santa Nonia. LORENZANA Y ALGORRI

El documento hace apuntes además sobre el resto de los equipamientos públicos de la manzana. En el Instituto Leonés de Cultura (ILC) se plantea «la demolición de un inmueble de escaso valor arquitectónico, con fachada a la calle Independencia, que se interpone entre el edificio Fierro y el antiguo Instituto Provincial de Higiene, hoy Centro Leonés de Arte», lo que mejoraría la permeabilidad y potenciaría el protagonismo de la fachada trasera del edificio Fierro». En la biblioteca pública, Lorenzana y Algorri, proponen «habilitar la cubierta como zona de estancia pública» y aprovechar los jardines interiores que se crearían con la liberación del aparcamiento. Para el inmueble del conservatorio, que cambiará de uso con el traslado a La Palomera, los profesionales abogan por pasar la puerta principal hacia el jardín de Correos, y en el teatro Emperador dejan caer que «debe reinventar». «El objetivo es abrir el debate en una zona importante de la ciudad», insisten.