Mármol travertino para reformar a partir de hoy el ambulatorio de Pinilla

Han tenido que transcurrir dos años y medio de sequía de obras, para que la lluvia anunciada para hoy haga florecer una nueva reforma del centro de salud de Pinilla. Un barrio que podrá disfrutar de su particular ‘Roma’ dentro de un año, si no surgen más contratiempos, focalizado en este edificio, que se cubrirá de mármol travertino. Un material singular que marcó el esplendor de los edificios antiguos italianos y que adorna la mismísima cúpula de San Pedro del Vaticano e incluso sirve de suelo donde el papa se arrodilla a orar.

La nueva adjudicataria de la modernización del ambulatorio, la empresa García de Celis, recurrirá en esa fachada ventilada también a la piedra de Campaspero, una caliza de color arena muy valorada. El inmueble dio un paso más ayer con el replanteo de las obras, paso previo a su inicio, al que acudieron el delegado territorial de la Junta, Eduardo Diego; el gerente de Área, Francisco Abruña; la gerenta de Atención Primaria, Mar Fernández Corral; y representantes de la compañía.

Reconocieron que «la dificultad» de los trabajos pasa por adaptar un inmueble de hormigón de los años setenta a los cánones constructivos actuales de climatización y usos. Las instalaciones se encuentran en muy mal estado y se habían comenzado a reformar en mayo de 2021 con 2,7 millones de euros tras dos décadas de reivindicaciones vecinales y varias promesas incumplidas. Sin embargo, los operarios ‘colgaron’ sus herramientas casi al empezar al descubrir que los pilares del edificio se deshacían con facilidad por un problema de carbonatación presuntamente no contemplado en el proyecto, lo que provocó diferencias entre la empresa y la Junta que se saldaron en la ruptura del contrato y el abandono de los trabajos.

El año pasado se acometieron unos remiendos de 314.000 euros y Sanidad logró también ese año resolver el galimatías burocrático para relicitar la obra a la empresa García de Celis por 3,78 millones de euros, un millón más del presupuesto inicial, y con un plazo de doce meses.

Las nuevas instalaciones dispondrán de nueve consultas de medicina general, nueve de enfermería, tres de pediatría, tres de enfermería pediátrica, una sala de lactancia, dos consultas polivalentes, una sala de curas, una de intervenciones menores y 24 zonas de espera, además de varios despachos, una sala de extracción y laboratorio, un aula grande para docencia y conferencias, una consulta de matrona y un auditorio que se ubicará fuera del edificio, donde hoy figuran varias plazas de aparcamiento.

El centro de salud actual dispone de una superficie útil de 1.600 metros cuadrados, y tras la reforma alcanzará los 2.215 metros cuadrados construidos al ocupar los soportales. La empresa garantiza que «nunca hemos dejado una obra a medias». Un bálsamo tras los dos años y medio de parón que ha sufrido el ‘cascarón’ de este inmueble, que llegó a estar varias semanas okupado por su abandono.