Una campaña de firmas pide solución al mal estado de las piscinas de León

El mal estado de las instalaciones deportivas del municipio, especialmente de las piscinas cubiertas, que denuncia desde hace meses el Grupo Municipal del Partido Popular de León, ha provocado que un colectivo de usuarios, deportistas y trabajadores estén recogiendo firmas a través de la plataforma change.org.

Un mensaje dirigido al alcalde de León, José Antonio Diez, que detalla la situación actual de estas instalaciones deportivas dependientes del consistorio leonés. Denuncian que «las condiciones del lugar de trabajo no son las más idóneas temiendo por la salud de todos los que las usamos. Existen graves deficiencias, que están perdurando en el tiempo; aunque se conocen, la solución dada son parches u oídos sordos».

También aluden a la ‘higiene del lugar’ que «deja mucho que desear, duchas con atascos un día sí y otro también, operarios parcheando mientras los usuarios están en la instalación, falta de limpieza en sanitarios, duchas y toda la instalación por falta de personal».

En cuanto al funcionamiento de las instalaciones, «no existe respuesta real y comprometida por parte del responsable, teniendo las duchas con agua helada o ardiendo. Se ha solicitado una regulación de temperatura para ese gasto de agua que es un despropósito y han dado como respuesta el silencio».

Por último, en la descripción de la situación, acusan al responsable técnico en Gestión Deportiva de «evadir responsabilidades» solo ofreciendo la solución de parchear los problemas. Para ellos «todo es un despropósito», con un gasto público brutal ya que «encienden las calefacciones y se abren ventanas, los pasillos son Siberia y no se pueden usar las duchas porque sale el agua hirviendo».

El portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular, David Fernández, solicitó en septiembre al equipo de gobierno municipal un plan urgente para poner en marcha las piscinas municipales después de comprobar el mal estado de las mismas tras recibir decenas de quejas de usuarios y trabajadores de las instalaciones de la Palomera, el Salvio Barrioluengo y el Estadio Hispánico, unos recintos públicos que registran mucha demanda en los meses de septiembre a junio. En resumen, contratos millonarios que tienen que ampliarse por las deficiencias de las obras, entonce tres piscinas cerradas (una en cada instalación), problemas con las inspecciones de Sanidad que han conllevado multas, material en mal estado (en el Polideportivo Salvio Barrioluengo no había corcheras para separar las calles, así que usuarios y clubes compartían el mismo espacio), problemas de mantenimiento que han conllevado la obligatoriedad de vaciar los vasos por el mal estado del agua y falta de personal.

La situación más complicada ha tenido lugar a mediados de enero cuando dos nadadores tuvieran que abandonar el agua con vómitos, mareos y picor de ojos, lo que derivó en el cierre cautelar de la instalación tras la visita del Servicio de Sanidad de la Junta. Una irregularidad que se suma a las registradas en los dos últimos años y que suman más de 9.000 euros en multas.

«Existen graves deficiencias, que están perdurando en el tiempo; aunque se conocen, la solución dada son parches u oídos sordos», han criticado.

También han aludido a la higiene del lugar que «deja mucho que desear, duchas con atascos un día sí y otro también, operarios parcheando mientras los usuarios están en la instalación, falta de limpieza en sanitarios, duchas y toda la instalación por falta de personal». En cuanto al funcionamiento de las instalaciones, «no existe respuesta real y comprometida por parte del responsable, teniendo las duchas con agua helada o ardiendo. Se ha solicitado una regulación de temperatura para ese gasto de agua que es un despropósito y han dado como respuesta el silencio». Por último, en la descripción de la situación, acusan al responsable técnico en Gestión Deportiva de «evadir responsabilidades».