Tribunales
Cabañas niega haber acosado laboralmente a un funcionario
La Audiencia juzga a la exalcaldesa de San Andrés del Rabanedo pese a que la fiscalía no aprecia delito alguno
La exalcaldesa de San Andrés del Rabanedo, Camino Cabañas, concejal de Personal en el momento de los hechos, negó esta mañana que entre abril y agosto de 2018 cometiera un delito de acoso laboral por el que ha sido juzgada esta mañana en la Audiencia, pese a que la fiscal no apreciaba delito. La acusación particular pide para ella ocho años de prisión.
El acusado "empezó a mandar escritos contando la situación que según él existía. Decía que se le estaba vaciando de funciones pero no estaba cumpliendo el horario y era difícil darle carga de trabajo. Dejamos claro que la competencia de Personal era ajena, que era un problema de Obras. Se le ofreció cambiar de servicio. Ya había utilizado el canal Alerta para buscar un acuerdo y pese al intento de mediación de una empresa, la actitud no fue buena. En algunos momentos era un problema de fechas y en otros del cargo de capataz", declaró Cabañas.
"Él no asumía trabajo por su propia iniciativa, la tarea formaba parte de las labores habituales", señaló la investigada. "Tenía asignado el puesto de conductor pero no lo era", indicó. "Le hicimos saber que se estaba dirigiendo a quien no tenía las competencias, pese a que era sabedor de ello porque era un delegado sindical".
A preguntas de la defensa reconoció que en el centro de día de San Andrés se produjo un problema con un conductor que quedó de baja. Se inició el mecanismo de sustitución en el que el otro acusado podía tener intereses, según dejó entrever de forma velada la abogada defensora en sus preguntas: "Yo no participé en la resolución", aseguró la exalcaldesa, que evitó dar a entender que el otro investigado tenía implicación. "Las mesas de negociación se cambiaron de horario por sensibilidad, para que pudiera participar uno de los interesados. Nunca coarté su derecho a ejercer las actividades sindicales".
Un delegado sindical también acusado de los hechos era capataz del Servicio de Obras de San Andrés. A preguntas de la fiscal reconoció que tenía a su cargo al denunciante: "Había personas que no tenían la categoría de conductor pero que se dedicaban a ello por necesidades del servicio", remarcó. "Las tareas que encomendaba al denunciante eran solamente pautas", aseguró.
"Nunca me puse de acuerdo con la concejala de Personal para fastidiar al denunciante", dijo a preguntas de la representante legal de Cabañas. "Es falso que quisiera destruirle como trabajador", explicó tajante.
A la letrada del denunciante le reconoció que el centro de día había estado inmerso en situaciones de conflicto pero no que hubiera denuncias por acoso.
El denunciante compareció a continuación en la sala. Era conductor adscrito al Servicio de Obras. "Nunca me dieron tareas de conductor, me dejaban pasar las horas muertas sin adjudicarme trabajo, yo lo hacía de motu proprio", manifestó. "El conflicto viene de la sentencia", señaló en referencia a unas desavenencias "que a él no le importaron porque dijo que le daba igual lo que pasara conmigo".
Me dirigí a Personal "porque pensaba que debía resolver el tema pero nunca se me contestó a mis escritos en ese sentido". Preguntó la fiscal por qué no se denunció al concejal de Obras: "Se fue del Ayuntamiento poco después", dijo en referencia a Miguel Ángel Flórez.
Reconoció la existencia de numerosas bajas presentadas "la mayoría por cuestiones psicológicas relacionadas con mi problemática laboral". Ahora trabaja en el Ayuntamiento adscrito al Servicio de Limpieza Viaria. "El nuevo jefe de Personal me pidió ayuda por los problemas de personal del Ayuntamiento y tengo unas funciones adecuadas", dijo.
"Me sugirió Camino Cabañas que adecuara los horarios sindicales a las necesidades del Ayuntamiento en vez de a las necesidades de mi sindicato o de los trabajadores. Por momentos me vi despedido", dijo al relatar "un ataque de ansiedad que me entró. Fui el único delegado sindical al que se coartó su tarea de esta manera".
Relató varios cambios de destino "y se me comunicó que me iban a pasar a Limpieza. Era una diferencia de 6.000 euros al año lo que iba a perder y pedí negociarlo pero no me hicieron caso. Fue una orden de Camino Cabañas para conseguir que me fuera", aseguró. "Llegó un momento en que me tenían mirando para las paredes".
La empresa de mediación a la que se dirigió llegó a incluirle en un programa de apoyo para casos de acoso laboral y se le recetó medicación.
Sin embargo, no supo explicar por qué demanda ahora a Cabañas cuando en la época del inicio de los hechos, no era la concejala de Personal: "Me quedan muy lejos esas fechas", argumentó. "Hay cosas que se me escapan con todo lo que me ha pasado y lo que he sufrido".
Entró entonces el interrogatorio en un tenso cruce de preguntas de la defensa de Cabañas: "¿Le ha transmitido ella alguna orden directa para deducir que estaba cabreada?". Preguntó. La respuesta fue negativa. No obstante hubo contraataque: "Había una compensación de 85 euros por un complemento que a mí nunca se me pagó". La abogada le preguntó por qué no reclamó ese asunto. La respuesta no convenció a la letrada. "Todo fue increscendo", repuso.