Hidalgo: «Me siento muy orgulloso de que mi nombre quede totalmente limpio»
El archiconocido secretario municipal de Villaquilambre, Miguel Hidalgo, que accedió al puesto hace la friolera de casi 40 años (el 30 de noviembre de 1984) y llegó a coger el bastón de mando del Ayuntamiento como alcalde, ha quedado exonerado de falsedad en documento público tras un largo proceso judicial, jalonado de la petición de más diligencias por parte de los demandantes, el grupo del PSOE en el Ayuntamiento.
Tras el punto final, al conocer el auto dictado el pasado día 2 de febrero por la Audiencia Provincial de León, aseguró «me siento muy orgulloso de que mi nombre quede totalmente limpio y también limpio mi nombre como trabajador municipal».
Admite que no lo ha pasado bien porque el proceso se interpuso por la vía penal y se dilató en el tiempo, a pesar de los sucesivos archivos y desestimaciones. Hidalgo pedirá que el pleno tenga conocimiento de la sentencia, porque los pormenores de la denuncia socialista contra él fueron aireados en la casa consistorial donde trabaja, y quiere que en la sesión de la Corporación quede claro que el asunto está archivado y los denunciados, absueltos.
El secretario avaló la gestión municipal como la forma más óptima para encarar la limpieza, subrogando a los 50 trabajadores actuales, e incorporando mejoras. De hecho, se encargó un nuevo camión de recogida de residuos y la idea era lograr un ahorro, sobre todo, en lo referente a la limpieza de interiores, que costaba 440.000 euros y ya se había rebajado en 100.000 euros para adecentar los 30 edificios públicos del municipio, entre ellos las casas de cultura, los consultorios, los colegios y pabellones deportivos. La municipalización supuso, además, un recorte en el beneficio industrial que aplicaba la adjudicataria y en el IVA, lo que dejó unos 200.000 euros de ahorro que se querían revertir en mejorar el servicio de Limpieza.