Del dinero en varios «sobres» a la falta de una caja fuerte

El supuesto descontrol sobre lo recaudado en las piscinas y centro de ocio llegó hasta el punto de que las instalaciones carecen de caja fuerte para guardar el dinero que se cobra a los usuarios. De modo que algunas veces el efectivo se depositaba en un armario cerrado y se trasladaba, en el mejor de los casos, de forma rudimentaria y escasa seguridad. Algunas veces los montantes se metían en sobres y se entregaban en tandas, según la investigación. Aunque la comprobación del arqueo del efectivo se complica porque hasta 2021 no se informatizó el sistema. A ello se suma la posible picaresca surgida a raíz de que los tornos de entrada colocados entonces se estropearon. Y se investiga si se aprovechó que el acceso era manual para cobrar los bonos y, no contabilizar para el Ayuntamiento esa cuantía dando de baja a continuación el bono en el sistema de contabilidad. El asunto ha levantado una gran polvareda en el municipio por la «revisión» del tesorero.