Un espacio bioseguro libre de contaminación
Las Salas Blancas o Salas Limpias (cleanroom, en inglés) son habitaciones dispuestas para reducir lo máximo posible la contaminación manteniendo un ambiente de asepsia. Aunque no pueden alcanzar un nivel de esterilidad absoluta, si se usan correctamente, mantienen la contaminación en un nivel controlado y conocido, especificado en el número de partículas por metro cúbico de aire. Un número varios miles de veces inferior al que se encontraría al aire libre, con lo que se consigue un espacio bioseguro para poder trabajar en proyectos que requieren de condiciones ambientales muy específicas. El concepto de salas limpias se empleó en primer lugar en los quirófanos de los hospitales a finales del siglo XIX, cuando famosos microbiólogos y cirujanos se percataron de que las bacterias que contenía el aire de las salas de operaciones causaban numerosas infecciones y que éstas se reducían considerablemente cuando efectuaban una ventilación elevada en los quirófanos, se esterilizaba el instrumental y se mantenían estrictas normas de higiene entre las personas que participaban en las operaciones. El concepto se extendió a otros usos.