La Junta y el Ayuntamiento comprometen la coordinación del bus metropolitano sin fecha tras 20 años de espera
Diez justifica ahora la prórroga indefinida del contrato, que consideraba "el peor de España" y acarrea un déficit mensual de 435.000 euros, en que "hay que tener prudencia"
La Junta y el Ayuntamiento de León trabajarán de “forma coordinada para ofrecer el mejor servicio de transporte público a los habitantes de la capital leonesa y su alfoz”, como expusieron de manera solemne este viernes los representantes de las dos administraciones. Pero el anuncio, que llega después de más de 20 años de ponerlo encima de la mesa, en los que siguen los solapamientos de líneas y los déficits acumulados, no tiene plazo. Solo aparece como marco los “cuatro años” que se marcan en el convenio para llevar a cabo los “trabajos”, aunque la consejera de Movilidad y Transformación Digital insistió en que espera que “estén los resultados mucho antes”.
Pese a esta indefinición temporal, las dos instituciones aplaudieron el “convenio de colaboración para impulsar una planificación coordinada de los servicios de transporte urbanos y metropolitanos, dentro del Área Funcional Estable de León, que contempla 37 rutas de transporte metropolitano y 13 líneas de transporte urbano más eficaz y más eficiente”. El enunciado resume que, como ya se prometió hace 25 años, se ofrezca “el mejor servicio de transporte público de viajeros por carretera a los habitantes de la capital leonesa y su alfoz, partiendo de una planificación que contemple la cooperación económica, técnica y administrativa necesarias para lograr que este servicio esencial dé respuesta a las demandas de la ciudadanía", como recalcó la consejera.
León
Diez prorroga el contrato del bus urbano que criticaba como «el peor de España»
Álvaro Caballero
El punto de partida no varía siquiera los planteamientos. Las dos administraciones abogan por que no se solapen líneas, dado que ahora los buses rojos municipales y los azules de titularidad autonómica que asisten al área metropolitana repiten recorridos e, incluso, como admitieron, cogen viajeros unos en paradas de otros pese a que no pueden. La idea es que se compensen a final de año y la Junta pague por los usuarios que coge dentro de la capital y posa sin salirse de sus límites, y que León haga lo propio con las líneas que pueda extender fuera del término municipal, entre las que se estudia llegar al aeropuerto de La Virgen, Trobajo del Camino, Villarrodrigo y Villaquilambre.
Pero todo quedará a expensas de los resultados de ese “grupo de trabajo” que reseñaron que empezaría a funcionar la próxima semana. En ese foro se avanzará, “de forma conjunta y coordinada”, para “establecer aquellas modificaciones: tráficos, líneas, itinerarios, expediciones, calendarios, paradas, etcétera, que sean necesarias para lograr ese servicio de transporte integrado y conectado, así como las tendentes a incrementar su accesibilidad”, describió González Corral.
La coordinación no implicará que el servicio vaya a funcionar dentro de un mismo contrato. La Junta sacará el suyo y el Ayuntamiento de León licitará uno propio. Pero tampoco se sabe cuándo, como admitió el alcalde, José Antonio Diez, quien se excusó en que "lo sensato y coherente es esperar al desarrollo de este convenio", además de ver "el nuevo normativo aprobado en el Consejo de Ministros", para licitar el servicio que, a partir del 1 de marzo, funcionará con el contrato prorrogado de manera indefinida y un déficit de 435.000 euros mensuales: la diferencia entre los 7,5 millones totales y los 1,8 millones del billetaje, a mayores de los cuales se descuentan los 520.000 euros de la subvención estatal.
Ese contrato, que Diez calificó en 2019, cuando era jefe de la oposición, como "el peor de España porque todo el riesgo corre a cargo del Ayuntamiento", seguirá en manos de Alesa. La filial de Alsa, que también tiene la concesión del servicio metropolitano de la Junta, continuará con el servicio que asumió en 2006 y debía de haber vencido en diciembre de 2021, pero que ya le prorrogó el alcalde socialista durante dos años y tres meses más como compensación por los tres meses de restricciones de la pandemia. Pero, ahora, seguirá en vigor, a pesar del tiempo que ha tenido el gobierno municipal del PSOE para plantearlo, porque se necesita "prudencia y sensatez para tomar una decisión lógica, coherente y de beneficio para los ciudadanos, que es al final de lo que se trata, lo más acorde y no con improvisaciones", justificó.
Diez se remitió también a los resultados "los informes de viabilidad y suficiencia económica" para resolver si mantendrá la privatización, pero admitió que "a priori es más posible seguir una línea de concesión", en lugar de "una municipalización", como defiende UPL. "Esas decisiones se adoptarán con prudencia", repitió, sin ir más allá sobre si el servicio tendrá la gratuidad para los empadronados que anunció en 2019 como su promesa estrella de campaña.
No parece que se avance por este camino de acuerdo al comunicado que el Ayuntamiento, después de la reunión, mandó para sintetizar el convenio con el apunte de que, entre los trabajos se fija la "promoción de un marco tarifario común para la prestación de los servicios". Las negociaciones, como se expuso en la nota, asentarán "un nuevo modelo de movilidad pública entre la ciudad de León y su alfoz" que se regulará "a través de las diversas figuras existentes en la legislación de transporte: consorcios o mancomunidades de interés general".
Pero, como se apostillo, "servirá para abordar aquellas situaciones susceptibles de producir duplicidades en los servicios de transporte y que garanticen un uso eficiente de los recursos públicos destinados a la movilidad: modificación de tráficos, autorización de tráficos y paradas, modificación de itinerarios, modificación de expediciones, calendarios y horarios, coordinación de servicios de transporte urbano coincidentes con servicios regulares interurbanos preexistente, establecimiento de tráficos y paradas urbanas por los servicios de transporte interurbano y urbano de forma conjunta".
Entre los cambios, Diez sí que confirmó que el Ayuntamiento de León mantiene la idea de acabar con el uso de la plaza Santo Domingo como "centro intercambiador de transportes". El alcalde avanzó, sin especificar, que este funcionamiento se repartirá "en paradas de otros puntos del entorno", como la nueva "pérgola bioclimática" frente al Auditorio Ciudad de León.