Expociencia nutre a los futuros científicos
El evento divulgativo de la Universidad de León abre sus puertas para que la ciencia compita al mismo nivel con el fútbol
Alumnos en Expociencia.
Ser científico es un sueño que se ha empezado a encender en el futuro de algunos de los niños que han pasado esta mañana por Expociencia, el evento con el que la Universidad de León mostrará hasta el jueves de forma divulgativa lo que se hace en sus laboratorios y, además, despertar vocaciones científicas entre los alumnos de colegios e institutos.
La clase de 5 B del colegio Quevedo se arremolinaba en uno de los primeros puestos científicos en el ahondaban en el mundo de las bacterias. Su maestra, Beatriz García ha remarcado que en su aula “hay talento “ y que la cita ha servido para “despertar vocaciones”.
Entre los alumnos del Quevedo, además de profesiones como la de futbolista o policía, también algunos quieren ser ya también “científicos para descubrir una cura para una enfermedad, hacer algo bueno por el planeta o reducir el uso de plástico”.
Mientras la alumna del Virgen Blanca “intervenía” con unas gafas 3D en un cuerpo humano, otro curso de las Añejas descubría cómo algunas palabras que se usan habitualmente proceden de caló: jalar, pinrel, sobar o chivato. Guillermo y María, de quinto A, también habían pasado por otro grupo de investigación en el que les explicaron los efectos del fuego en el suelo: “Cuando hay un incendio todo cambia, hay diferentes tipos de acidez y cuánto más ácido sea un suelo, como pasa después de un incendio, más rico es el suelo para que crezcan las plantas”.
Los robots del grupo de Robótica han vuelto a acaparar todas las miradas. La investigadora Camino Fernández explica que entre las preguntas más recurrentes sobre el robot que han programado para pastorear ovejas está cuánto le dura la batería o cómo es capaz de espantar al lobo.
Los niños se implican en todos los experimentos, analizan atentamente los parásitos que les enseña Marta Ruiz , del Instituto de Ganadería y Montaña y preguntan, preguntan mucho. Por este motivo, sus maestros reclaman a la Universidad hacer más extensas las visitas, “porque los niños aprenden más que en clase”, y les animan a aprovechar la opción de acercarse por Max tardes con sus familias.
Los alumnos del instituto de Benavides también han aprovechado la visita a Expociencia para “superar traumas “ basándose en la mitología y alaban el esfuerzo de todos los investigadores y voluntarios de este encuentro, casi un millar en total, que les han explicado con todo detalle y paciencia las cuestiones y preguntas que han ido surgiendo en los diferentes talleres.