El alcalde de León busca el apoyo del PP para sus dos proyectos estrella tras la negativa de UPL

La negativa del socio preferente hace que el gobierno de José Antonio Diez vaya a tener que buscar los apoyos para sus dos proyectos estrella en su principal adversario. Los socialistas tendrán convencer al PP municipal para sacar adelante el nuevo contrato de concesión del transporte urbano y lograr la privatización del aparcamiento subterráneo de la plaza de San Marcelo. Sin los nueve votos de los populares, los once concejales de Diez se quedan cortos dentro de un arco municipal de 27 escaños, entre los que los cinco leonesistas ya han avisado de que sólo contemplan la municipalización de ambos servicios.

La negativa de UPL no admite enmienda. Pese a que ya lo intentó al final del pasado mandato y ha vuelto a insistir en los últimos meses, Diez ha recibido como respuesta del portavoz de los leonesistas, Eduardo López Sendino, un no rotundo. Ni tragarán con apoyar un nuevo contrato de concesión del transporte urbano, ni piensan sustentar un acuerdo para que el aparcamiento subterráneo de San Marcelo, después de 50 años de negocio privado, vuelva a privatizarse cuando ya debería de haber revertido a la ciudad. Las dos se marcan como líneas rojas infranqueables porque formaban parte de las bases de su programa electoral, como le han expuesto al alcalde quienes hasta el momento, tanto en el pasado mandato como en el primer año de este, han pactado los presupuestos municipales en cada ejercicio a cambio de poder incluir sus proyectos de inversiones.

La puerta que se cierra en UPL se abre a la derecha. La necesidad hace que Diez ya haya mandado por delante a su núcleo de confianza para avisar al portavoz de los populares, David Fernández, de que tienen que hablar. La invitación, cursada en los pasillos a primeros de año, se concretará en los próximos días. El alcalde del PSOE quiere reunirse con el líder de la oposición para exponerle los dos proyectos y convencerle de que, en ambos casos, la fórmula del negocio privatizado resulta la más idónea para el mantenimiento de los servicios.

En el caso del transporte urbano, el socialista cuenta como aliado con la Junta. El ente autonómico, liderado por el PP con el apoyo de Vox, trabaja ya en un modelo de funcionamiento del transporte metropolitano coordinado en el que se mantenga el operativo actual: un contrato del Ayuntamiento, que arrastra un déficit anual de 4,7 millones de euros, y otro del gobierno de la comunidad, titular de la prestación de las conexiones con los municipios del alfoz.

Los dos están en manos de Alsa. La empresa privada ha visto cómo el contrato municipal, que debía haber vencido en diciembre de 2021, se prolongó dos años y tres meses como compensación a los tres meses de restricciones de la pandemia y, ahora, se alargará de manera indefinida cuando venza el nuevo plazo, el día 1 de marzo, pese a que Diez defendía en 2018 que era «el peor contrato de transporte urbano de España, porque todo el riesgo recaía en el Ayuntamiento». La Junta, a su vez, también mantiene su compromiso con la empresa y, como adelantaron la pasada semana en la firma del convenio de colaboración entre administraciones, el trabajo de coordinación de líneas guiará los pliegos de las dos nuevas licitaciones.

No se da la misma coincidencia de intereses políticos entre instituciones en el caso del aparcamiento subterráneo de San Marcelo. El PSOE insiste en su interés en que se privaticen las instalaciones. El servicio debería estar en manos municipales desde el 22 de junio de 2022, cuando venció la concesión por un periodo de 50 años, y cada mes el Ayuntamiento de León deja de ingresar una media de 30.060,68 euros, según los cálculos de su propio estudio de viabilidad. Ya van 601.213,6 euros perdidos, pero no se ha hecho.

La oposición, con el PP al frente, frenó en julio de 2022 el plan de Diez. El alcalde socialista vestía la nueva concesión por un periodo de 25 años dentro de un contrato en el que la empresa adjudicataria asumía como contraprestación los 2,8 millones de un proyecto de reurbanización completa de la plaza de San Marcelo. La cuenta englobaba el cambio completo del espacio público, en el que se sustituiría el escalón con Botines por una rampa, se desmontarían los jardines para redefinirlos, se dejaría la fuente como un balcón y se reubicaría la maqueta de la ciudad. Pero además, incluía la remodelación interior para adecuar las instalaciones de hace 50 años a la realidad actual.

La intentona quedó bloqueada en el Pleno, donde la oposición afeó a Diez que en el estudio de viabilidad encargado no se estudiara la municipalización del servicio. Como respuesta, el alcalde del PSOE orilló el plan. Ni siquiera cumplió con el mandato de la moción de PP, UPL y Cs, presentada en enero de 2023, en la que se instaba a que los servicios técnicos estudiaran el proceso para asumir la gestión directa. Con las elecciones de mayo a la vista, el regidor se enrocó en que lo dejaría para el siguiente mandato.

Pero tras las elecciones, sin mayoría absoluta, Diez se volvió a encontrar con el mismo escenario de minoría. No le ayudará a salvarla UPL. Le queda la baza del PP. No sería la primera vez. Los populares, a cambio del aumento de su personal de confianza, ya le ayudaron en su maniobra para restarle competencias al Pleno y que recayeran en la junta de gobierno local, donde sólo están los socialistas.