El Hospital de León tiene un aislamiento muy similar al bloque que ardió en Valencia

Los sistemas de aislamiento exterior del Complejo Asistencial Universitario de León son muy similares a los del edificio que ardió en Valencia le semana pasada, a raíz de lo cual diez personas perdieron la vida a causa de las llamas, los humos que se generaron y los efectos de la huida en estampida en un bloque de pisos de la capital levantina.

Fuentes del Complejo Asistencial Universitario de León significaron la postura del centro a este respecto: «los edificios, en el momento de su construcción, cumplen con la normativa vigente. El Hospital de León y el resto de la comunidad cuentan con un plan de autoprotección para actuar en caso de incendios o de catástrofes», explicaron las mismas fuentes.

La fachada de poliuretano, el efecto chimenea y los vientos de más de 60 kilometros por hora hicieron que en el caso de la capital levantina se generasen unas condiciones ideales para la propagación de las llamas, que se originaron en un punto localizado del inmueble, previsiblemente por un fallo eléctrico.

León cumple la normativa vigente, que impide utilizar este tipo de aislantes para las obras posteriores a 2019 pero no refiere nada de los edificios que se levantaron antes. La provincia, no obstante, se encuentra a la espera de que se adopten decisiones similares a las que ayer tomaron en otras comunidades, en las que se revisarán las fachadas de los edificios construidos con aislantes como el poliuretano.

La construcción del Hospital de León viene determinada por las sucesivas integraciones de los diversos centros asistenciales que la componen.

DESDE 1990

La primera se realizó en el año 1990 con el ‘Convenio de Administración y Gestión’ firmado por el Ministerio de Sanidad (Insalud) y la Diputación Provincial para hacer más eficaces los servicios que, de manera independiente, prestaba cada uno de los hospitales, y que se completaría con la definitiva integración del personal laboral fijo del Princesa Sofía en los regímenes estatutarios de la Seguridad Social. La segunda con la transferencia a la Junta de Castilla y León, en enero del 2002, de las competencias en la gestión de las Instituciones Sanitarias ubicadas en su territorio, y con la integración en el Complejo Sanitario del Hospital Monte San Isidro y la Residencia Santa Isabel.

La fibra de poliuretano que recubre las zonas sensibles del Complejo Asistencial de León comporta según los técnicos una serie de complicaciones que la hacen peligrosa en determinadas situaciones.

Material inflamable

A pesar de ser un material aislante, el poliuretano también es inflamable y, por tanto, combustible, por lo que en caso de incendio se facilita su propagación en cuestión de minutos, como ocurrió con el edificio calcinado en Valencia. 

Sin embargo, no todo fue culpa del poliuretano, ya que en esta situación tampoco ayudó ni la falta de espacio entre plantas ni las fuertes rachas de viento en el momento de producirse el suceso.

De acuerdo a la opinión de los expertos, las técnicas de construcción y los materiales empleados en esa obra son muy similares a los que se utilizaron en el caso de la capital levantina. A pesar de esto, hay diversos estudios científicos que aseguran que, en caso de incendio, el poliuretano se quema, pero no se funde, ni gotea, como otros plásticos.

Por lo tanto, en este contexto, este material de origen orgánico se carboniza y protege el núcleo, por lo que mantiene cierta estabilidad estructural durante un tiempo.

El Hospital tiene su propio plan de seguridad, disponible para estos casos.