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Juicio por el crimen del universitario: «Salió corriendo detrás de él y cuando lo alcanzó, le metió la puñalada»

Testigos del crimen del universitario relatan en la Audiencia cómo fueron los hechos

El procesado, en el momento de llegar a al Audiencia ayer. RAMIRO

León

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Buena parte de los testimonios ensalzaron la figura humana del fallecido

«Quedamos para salir en el merendero, porque no queríamos estar de fiesta. El otro grupo llegó después, se lió una movida para pegarse. Vi al acusado sacar algo que debía de ser una navaja. Otro amigo le digo que la guardase. Lo siguiente que vi es que a Mario (el fallecido) le estaban acometiendo dos o tres, intenté separarlos y luego vi al sospechoso volverse loco. Empezó a decir: ‘¡Venid a por mí maricones!’. Vi que salieron corriendo detrás de Mario y cuando le alcanzó le metió la puñalada. Lo vi perfectamente», dijo el testigo, compañero de carrera y de piso del fallecido».

El testimonio de uno de los testigos directos del ‘Crimen del Universitario’, que abrió la espita a otros tantos relatos similares, fue lo más granado de la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial por el sistema del Tribunal del Jurado contra un estudiante de Derecho de 21 años autor confeso reconvenido de la muerte de otro de Inef procedente de Cantabria y de 18 años de edad, que murió apuñalado en una pelea la noche del 16 de mayo de 2021 en las inmediaciones del pabellón de La Torre, tras una gran trifulca entre dos grupos de participantes en un botellón.

Hubo más testimonios. «Mario se giró y en ese momento le clavó la navaja. Iba a por él, no fue fortuito. Yo estaba cagado. No sé cuánto tardó en llegar la ambulancia. Mario estaba bien y me iba respondiendo. Luego cuando lo metieron en la ambulancia ya iba mal. Estoy seguro al 100% de que fue él quien lo hizo», dijo en referencia al sospechoso. «Iba a matar, estaba muy agresivo y estaba fuera de sí», dijo del sospechoso. «Yo solo quería sacar de allí a mi amigo».

El Ministerio Fiscal solicita una pena de 22 años de prisión para el sospechoso y casi 200.0000 euros de indemnización. La acusación particular baja la condena que propone a 20 años de cárcel pero eleva la compensación económica a 270.000 euros. La defensa hace ver que el sospechoso estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas y pretende demostrar que el sospechoso colaboró con la justicia y reconoció lo que había hecho.

TRAS UN BIOMBO

El primer testigo ha declarado amparado por un biombo para preservar su identidad. «Escuché que se iniciaba una trifulca y lo último que recuerdo es ver a Mario (la víctima) huyendo». El testimonio interesa a la fiscal para sustentar su teoría de que el tipo penal que procede es el de asesinato, por cuanto desde su punto de vista, se produjo una agresión sin opción de defensa.

«¡VAMOS A POR EL DE BLANCO!»

«Escuché a alguien decir: ‘¡Venid ahora, venid ahora. Vamos a por el de blanco’ (el fallecido), pero no sé quién lo dijo», explicó el primer testigo. El grupo estaba en el centro de salud de La Palomera y vio pasar a un vehículo policial y le advirtieron de la pelea, «pero no sabíamos que a Mario le habían apuñalado». Sin embargo, el testigo aseguró que entre los perseguidores de la víctima no recordó ver al acusado.

«Estaba en el Hospital y vi pasar una camilla con muchos médicos muy nerviosos. Me imaginé que era Mario y después vino una enfermera a preguntarme si era amigo de él y me dijo que había muerto», explicó el testigo. «Él era un buen tío, nunca había tenido problemas con nadie», aseguró.

No obstante, testigos más cercanos al agresor sugirieron una versión opuesta: «Le dejó la cara ensangrentada después de darle un puñetazo».

Vesión opuesta

Testigos más cercanos al agresor señalaron que el fallecido le había «dejado la cara ensangrentada»

En un segundo apunte, el letrado defensor sí que obtuvo el beneplácito del magistrado presidente para conseguir que la fiscal no preguntara por las cuestiones referentes a una primera pelea previa que no forma parte de este juicio y por un robo con intimidación por el que fue condenado el procesado, hechos ocurridos en la calle Padre Isla.

Posteriormente se produjo un nuevo enfrentamiento con el abogado que defiende al procesado. La fiscal solicitó que se dedujera testimonio contra un joven que en Comisaría declaró haber visto al agresor sacar la navaja y que ahora sostiene que no lo vio.

Mainzhaussen se quejó de que a la fiscal se le permitiera acogerse a esta posibilidad y que a la defensa se le hayan limitado sus derechos de actuación. No se dedujo el testimonio.

No prosperó la propuesta del abogado de la defensa, Enrique Arce, que solicitó la suspensión del juicio para realizar un careo entre dos testigos por supuesta contradicción.

El presidente del Tribunal rechazó la petición ante los argumentos de la fiscal, Laura Campillo y del abogado de la familia del fallecido, Fernando Rodríguez Santocildes: «No es una contradicción ver la misma realidad de formas diferentes, cada uno prestó atención a una cuestión distinta».

El padre del joven fallecido ha abandonado la sala visiblemente enojado ante el tono puntilloso en las preguntas del letrado defensor del sospechoso. El magistrado presidente tuvo que llamar la atención una segunda vez a Arce Mainzhaussen para no perder el tono respetuoso de las preguntas.