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El alcalde de León pide un estudio para encender la cubierta del Palacio tras cinco años de desperdiciarla

José Antonio Diez encarga ahora un trabajo para poner en funcionamiento la planta solar que aportaría cerca de 200.000 euros
Editorial: 'Enredo de informes hacia ninguna parte'

La cubierta fotovoltaica del Palacio de Exposociones suma 4.014 paneles solares. Ramiro

León

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El Ayuntamiento de León lleva seis años mirando para el sol. La cuenta suma y sigue desde que el 28 de mayo de 2018 le entregaron la obra terminada del Palacio de Exposiciones. Desde entonces, trepada a lo alto de la cubierta, la planta fotovoltaica, formada por 4.014 paneles, con capacidad para la generación de más de 1.327 megavatios hora al año, sigue apagada, pese a que se estimaba que podía generar unos beneficios de entre 200.000 y 400.000 euros, además de contribuir al autoabastecimiento para reducir los 350.000 euros del coste de funcionamiento del recinto.

Vender la energía

La cubierta cuenta con 4.014 paneles solares pero falta la adecuada conexión con la red

Pero la planta solar del Palacio de Exposiciones no se encendió. Ni en el último año del gobierno municipal del PP, ni en los cinco siguientes que acumula ya en la Alcaldía el socialista José Antonio Diez. Ahora, el regidor, después de varios anuncios baldíos, como el realizado el pasado septiembre para excusarse en que los funcionarios municipales trabajaban en solucionar un «problema técnico de la conexión a la red de explotación de electricidad», ha terminado por contratar fuera los servicios profesionales para la puesta en funcionamiento.

El contrato de asistencia, con un presupuesto de 9.994,6 euros, servirá para definir la «memoria valorada de obras menores» sobre la que después se licitaran los trabajos de adaptación de la infraestructura a la red. El encargo parte de la necesidad de hacer «las inspecciones iniciales que resulten necesarias para comprobar el estado de la instalación», como se señala en los pliegos, en los que se abunda en que la adjudicataria tendrá que redactar un «informe con los resultados y posibles necesidades para la puesta en marcha de la instalación», entre los que se deben incluir, «si fuese necesario, la ejecución de trabajos adicionales para adaptarla a la normativa o para un funcionamiento correcto de la misma».

El documento marca que los técnicos responsables del encargo tendrán que acometer «las inspecciones reglamentarias de Alta Tensión y Baja Tensión de los Organismos de Control Autorizado (OCA), junto con el apoyo necesario a los inspectores de técnicos especializados», y guiar «la puesta en marcha de la instalación, una vez esté en condiciones mínimas necesarias para su energización».

Mirando para el sol

La producción daría para el autoconsumo y el agua caliente, además de la venta del excedente

Pese a que durante todo el mandato pasado ya tuvieron tiempo, los socialistas todavía reclaman ahora, tras anunciar que lo hacían los técnicos propios, que la empresa externa haga un informe para ver «si con la normativa actual, todos los elementos instalados son aptos o no, tanto para la primera fase de venta a red como para la segunda de autoconsumo colectivo». «De no serlo, se elaborará un estudio de las distintas posibilidades, bien sea con la adaptación de los propios inversores o la sustitución de los mismos por otros que cumplan normativa vigente, con el presupuesto de las modificaciones a realizar», se explica.

Parada

La empresa deberá analizar el estado de la instalación y las posibles obras para adaptarla

Los pliegos dejan como apoyo para la empresa adjudicataria el informe de una consultora especializada sobre el que se ejecutó la cubierta. El documento aquilata la producción de la planta en un megavatio nominal, gracias a las placas solares y estructuras instaladas tras un desembolso de 3.414.879,54 euros. La inversión, como se incide, se recuperaría con «una fiabilidad económica a medio-largo plazo», gracias a que «existe un compromiso por parte de las compañías eléctricas distribuidoras de comprar toda la energía eléctrica generada por la instalación fotovoltaica».

Pero 8 años después de ese documento, entregado en abril de 2016, no se ha llegado a cumplir el «objetivo final del proyecto», que se recalcaba que era «la venta de la energía generada en el campo fotovoltaico a la compañía distribuidora Iberdrola, para así rentabilizar la instalación y obtener beneficios». Desde mayo 2018 podría haberse aprovechado para el autoconsumo de electricidad y el agua caliente sanitaria, pero no se ha hecho. Cada hora de sol que se consume León no deja aún de perder dinero.