Urgencia real frente a sentida
Una urgencia médica real es aquella que condiciona una discapacidad permanente o evolución a la muerte y requiere atención inmediata; mientras, una urgencia médica sentida es la que el paciente percibe que amenaza su vida pero que casi nunca es grave. Estas últimas suponen el 40% de las atenciones en Urgencias hospitalarias, lo que revela un excesivo número de usuarios que acuden al hospital sin una verdadera urgencia. Esto se traduce en una cultura inadecuada del uso de estos servicios, en la que el paciente busca una inmediatez no justificada y tiene una falsa sensación de que será mejor atendido que en los centros de atención primaria. De hecho, hasta un 63% de los usuarios acuden a urgencias hospitalarias por iniciativa propia, sin ser derivados por un profesional de la salud, realizando lo que se conoce como puente o bypass. Otras veces es puro desconocimiento. En un estudio aplicable a León se comprobó que casi el 30% de los pacientes ignoraban que existía la posibilidad de acudir a Urgencias extrahospitalarias (en centros de salud)para recibir una primera evaluación que, en muchos casos, podría evitar acudir al hospital.