NURIA GONZÁLEZ
CANDIDATA AL RECTORADO DE LA UNIVERSIDAD DE LEÓN
«Quiero implantar un modelo de gobierno participativo en el que todos aporten ideas»
Nuria González ha sido la primera en postularse oficialmente para la carrera para conseguir el birrete negro de la Universidad, unas elecciones que se celebrarán el 9 de mayo. Incide en que aún es «precandidata», es cauta y organizada y declara que ha meditado sus objetivos si logra llegar al rectorado, unos objetivos que quiere abrir a las propuestas de toda la comunidad universitaria y también de la sociedad leonesa.
—Usted se ha adelantado mucho, ¿por qué ha anunciado su candidatura tan pronto?
—Hemos abierto una web en la que la comunidad universitaria y la sociedad pueden aportar sus ideas y hacer sugerencias, queremos que sea un programa participativo con las ideas de todos.
—Cuando anunció su candidatura incidió en la innovación. ¿Cómo se puede innovar en una institución universitaria?
—Se pueden implantar mejoras en todos los ámbitos, hay que mejorar la investigación como se ha hecho en los últimos años con el programa propio; mejorar las condiciones del profesorado y la estabilidad; hay que mejorar la internacionalización, hay que innovar en todos los aspectos. Estas instituciones, aunque son tradicionales y públicas tienen espacio para la innovación. Otra forma de innovar es implantar nuevos títulos.
—¿Cuáles podrían ser?
—Ahora estamos ante una reivindicación histórica que es Medicina. Hemos realizado la memoria y nos gustaría poder implantarla sin ninguna duda con la autorización de la Junta. Es un momento en el León puede apostar por Medicina y también titulaciones de másteres y otros grados. Si logramos llegar al Rectorado, lo primero será hacer un diagnóstico y comprobar cuáles son las titulaciones que demanda la sociedad y el mercado laboral.
—¿Qué quiere transmitir con el lema Un futuro que ilusiona?
—Queremos ilusionar con nuestras propuestas y nuestro equipo y sobretodo construir un futuro que ilusiona para la universidad.
—¿La Universidad de León necesita una revolución?
—La revolución ya ha sido en estos últimos años, sin ninguna duda. Pero está claro que necesitamos seguir revolucionando, necesitamos innovar e impulsar mejoras en todos los ámbitos.
Objetivo
—¿Toca ya una mujer rectora?
—Por su puesto, es hora de que las mujeres podamos acceder a puestos de dirección, ya nadie duda de nuestra capacidad y valía, aunque no se puede acceder a estos puestos que tradicionalmente parecían sólo destinados a los hombres por ser mujer.
—¿Cuál es su punto fuerte?
—Mi capacidad de trabajo, diálogo, de negociar y de poner a las personas de acuerdo, de conseguir el consenso. Sobre todo, de rodearme de gente que tiene unos valores similares a los míos.
—Es catedrática de Organización de Empresas. ¿Esto le ayudará si logra el Rectorado?
—Mi docencia ha estado vinculada siempre a la dirección estratégica, a definir los pasos que deben realizar las empresas para conseguir sus objetivos. Eso es lo que voy a intentar poner en marcha en la Universidad.
—Ya ha dicho que tiene el equipo cerrado, pero ¿qué puede avanzar?
—Serán los mismos vicerrectorados que ahora, nueve más una Secretaría General, pero habrá cambios en la estructura.
—La nueva ley de universidades ya está en marcha. ¿Qué tiene de positivo la Losu?
—Pone el foco en eliminar la precariedad, de profesores asociados y prácticas de estudiante; pretende impulsar docencia y calidad de investigación, da un papel importante a la transferencia de conocimiento y aumenta de la representación del estudiantado
—¿Y en el lado negativo?
—La financiación para desarrollar los aspectos que aborda a Losu (disminuir carga docente del profesorado, gestión de la seguridad social de las prácticas, intensificar la trasferencia) depende de las comunidades autónomas. El marco legal es nacional, pero la financiación viene de las autonomías. El gran problema de la Losu es la financiación.
—El ganador del 9 de mayo ya tendrá un único mandato de seis años como marca esta ley.
—Es una oportunidad para poner en marcha proyectos a largo plazo. Cuando eran de cuatro años, entre que uno llega y se asienta ya ha pasado más de un año. Ahora se podrán abordar cuestiones a largo plazo y no se estará sujeto a la reelección. Pero con seis años es necesario un mecanismo de rendición de cuentas. Aunque no lo contempla la ley muchas universidades lo tienen para rendir cuentas y controlar la gestión.
—¿Qué planes tiene para el Campus de Ponferrada?
—Es una prioridad, como ya lo ha sido para el equipo actual. Seguiremos mejorando instalaciones, la oferta académica, intensificando la investigación y la transferencia para poder contribuir al desarrollo del entorno e intensificar las relaciones con las empresas. Allí también habrá una apuesta clara por la internacionalización como manera para crecer y modernizar la universidad.
—Una cuestión pendiente a la que se enfrentará son las demandas del PTGAS.
Competencia buena
—Hay que afrontar de forma urgente la negociación del tercer convenio colectivo para el PTGAS. Se lleva años en ello, es algo que implica a las cuatro universidades públicas, la Junta y los sindicatos, pero hay que abordarlo ya. Ellos reclaman su carrera profesional, tanto horizontal como vertical, que se reconozcan los sexenios y puedan ascender. Estamos de acuerdo y deberíamos trabajar en ese convenio.
—¿Cuáles son las líneas estratégicas de su programa?
—Investigación, estudiantes, internacionalización, estudiantes, profesorado y actividad académica son cuatro vicerrectorados que no deben faltar en ninguna universidad. En docencia, apostaremos por nuevas titulaciones internacionales y se potenciarán los títulos bilingües; en estudiantes hay que impulsar la vida universitaria en lo que será clave la casa del estudiante y el ULE Sport Center; en investigación, los programas propios y en profesorado captar y atraer talento. En internacionalización hay que fortalecer la alianza Eureca Pro.
—Si logra el rectorado, ¿cuál será su primero paso?
—Hablar con todos los colectivos, como estoy haciendo ahora para identificar sus necesidades y abordarlas. Implantar un modelo de gobierno participativo, en el que todo el mundo pueda expresar sus reivindicaciones, necesidades y aportar sugerencias.
—¿Qué le diría a alguien para convencerle de que estudie en la Universidad de León?
—En estos momentos, la Universidad de León es vibrante, está llena de vida, es cercana y ofrece un amplio abanico de titulaciones y además, está escalando posiciones en diferentes ránkings.
—¿Qué espera de la campaña?
—Es cierto que puedo compartir con el resto de candidatos el compromiso institucional que tendremos con la institución, alguien que decida presentares es sin duda alguien comprometido con la universidad, aunque tengamos modelos de universidad diferentes. La campaña puede ayudar a que surjan ideas nuevas para mejorar el desarrollo de nuestra universidad. En el mundo empresarial se dice que la competencia siempre es buena.
—Siempre se ha demandado que la Universidad debe abrirse a la sociedad...
—Ya se ha avanzado mucho en estos años, pero hay que intensificarlo y hacer a la sociedad partícipe. Hay que tener la puerta abierta a la sociedad para cumplir uno de los deberes de la Universidad de León: ser un referente fomentado el crecimiento y el desarrollo del entorno, generando capital social y conectando la formación de sus estudiantes con la realidad social y profesional.