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El futuro es ahora en el Canal Alto de Villares

Los regantes podrán iniciar la campaña este año con sus infraestructuras modernizadas

León

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Para los regantes del Canal Alto de Villares esta no va a ser una campaña cualquiera. La modernización de sus tierras supondrá un antes y un después para está próspera zona agrícola del Órbigo y Tuerto.

Y es que el próximo 31 de mayo está previsto que se entreguen las obras de modernización de la zona regable del Canal Alto de Villares, que en este momento lleva a cabo Tragsa con un grado de ejecución que supera ya el 90 por ciento.

Para esa fecha ya estarán disponibles toda la red de riego y la balsa, por lo que los 2.480 propietarios implicados en esta modernización, que afecta a 2.251 hectáreas de los municipios de Villares de Órbigo, Villarejo de Órbigo, San Cristobal de la Polantera, Santa María de la Isla, Soto de la Vega y La Bañeza, ya podrán iniciar la campaña con este nuevo sistema que permitirá un ahorro de agua de cerca del 30%.

El proyecto cuenta con una inversión de 22 millones de euros, de los cuales 51 por ciento es financiado por el Gobierno central, el 26% por la Junta de Castilla, y el resto por la comunidad de regantes.

El presidente de la Comunidad de Regantes del Canal Alto de Villares, César Pan, destaca la «ilusión» que tienen los agricultores de comenzar la campaña este año, con todas sus infraestructuras modernizadas.

César Pan tiene claro que esta obra va a suponer un impulso sin precedentes a nuevos cultivos de la zona, al tiempo que se van a

potenciar a los existentes como la cebolla o la patata». Ese impulso repercutirá en toda la zona, ya que «garantizaremos el relevo generacional de nuestras explotaciones, ya que a medida que se van modernizando se van incorporando los jóvenes», y concluye afirmando que «el campo modernizado no muere, si no que se convierte es ese gran productor de alimentos que beneficia a toda la sociedad y en el muchas personas encuentran su medio de vida lo que ayuda además a asentar población en las zonas rurales».

El proyecto cuenta con 22 millones de inversión, el 51% a cargo del Gobierno, 26% Junta y el resto regantes.