Seis empresas optan, 12 años después, a avanzar en la obra del Palacio de Congresos

El Palacio de Congresos no existe. Aunque lo parezca. La única realidad, más allá de las naves auxiliares del Palacín que se abrieron en 2011 como avanzadilla, se remite al Palacio de Exposiciones que se inauguró a finales de mayo de 2018. No es lo mismo. El emblema del proyecto, que se dibujó sobre los muros de la antigua Azucarera Santa Elvira, lleva parado desde 2012. Doce años después, el concurso convocado por el Ayuntamiento de León se resuelve con seis ofertas presentada para rescatar los planos que dibujó Dominique Perrault y ejecutar, al menos, el cerramiento de los muros y la distribución interior de la gran nave de 12.645 metros cuadrados que completa el complejo ideado en 2008.

El plazo se cierra con las propuestas planteadas por Vesta Rehabilitación, Decolesa, OHL Ingesán, y las uniones temporales de empresas (UTE) formadas por Vilor y Mahoci, Geoxa y Cabero, y Construcciones García de Celis y Valuarte Conservación de Patrimonio. El adjudicatario saldrá de estas seis opciones que han presentado sus ofertas para cumplir con el encargo de la redacción de proyecto de ejecución, dirección de obras, coordinación de seguridad y salud, y ejecución de los trabajos de «estructura y actuaciones complementarias para garantizar la conservación, estabilidad y mejor funcionalidad de los cerramientos del edificio de la antigua Azucarera Santa Elvira», como se recoge en el expediente.

El listado da un primer paso tres meses después de que el Ayuntamiento de León licitara el proyecto. No lo había hecho en los más de cinco años anteriores desde que se terminó el Palacio de Exposiciones: un primer ejercicio dentro del último mandato del PP y cuatro más ya con el PSOE de José Antonio Diez al mando. Ninguno de los dos pasó hasta ahora de los anuncios reiterados a una realidad de tramitación que ahora deberá plasmarse sobre el terreno. Si no hay más demoras en el avance administrativo, debería quedar adjudicado como muy tarde este verano y, con 15 meses de plazo por delante, de acuerdo a los pliegos de condiciones, se podría entregar a finales de 2025.

Aunque para entonces, el Ayuntamiento de León deberá haber cerrado con la Junta y el Gobierno, que abonaron cada uno un 40% del total del complejo, cifrado en 76,2 millones de euros, cómo lo equipa y lo pone en funcionamiento. No entra dentro del actual contrato, que se limita al cerramiento de las naves, sin afectar a la protección arquitectónica de las fachadas, y la ejecución de la cubierta bajo la que deben cobijarse los espacios que aparecen en los planos del afamado arquitecto francés: un auditorio con 1.200 plazas, un vestíbulo de 774 metros cuadrados, un espacio de exposiciones de 876 metros cuadrados, una cafetería restaurante de 671 metros cuadrados, unas oficinas de gerencia de 274 metros cuadrados y unas oficinas para los organizadores de eventos de 454 metros cuadrados.

Pero el equipamiento de estos espacios ideados por Perrault rebasa los 4,45 millones de euros del tipo máximo en el que ha fijado la licitación el Ayuntamiento de la capital leonesa. El coste apenas cubre una parte de los 14.991.998,14 euros en los que se cifraba la ejecución completa del Palacio de Congresos cuando se adjudicó por primera vez. Entonces, todavía en los albores de 2011, la UTE formada por Dragados y FCC llegó a ejecutar trabajos en las naves por valor de 901.103 euros, entre los que se apuntaron la construcción de los muros pantalla y la cubierta del inmueble de la zona norte. No hubo más. Sin fondos en ese momento para atender a todas las certificaciones que giraban las adjudicatarias, sobre todo por los incumplimientos en las aportaciones que le tocaban a la Junta, el consistorio decidió en 2012 priorizar el avance del Palacio de Exposiciones y dejar en el limbo la antigua Azucarera Santa Elvira con 14.090.885 euros en obras pendientes.

La cifra sirvió como base ya en 2019 para calcular la indemnización que hubo que pagarles a las constructoras por la renuncia de las administraciones a seguir con el Palacio de Congresos. El lucro cesante engordó con 773.170 euros la cuenta de Dragados y FCC, que ya habían cobrado antes otros 6,7 millones de euros por indemnizaciones de obra parada y eventualidades como el aumento del IVA, que en 2012 pasó del 18 al 21% y sumó de pronto 2,1 millones a la factura. Para intentar compensarlo, el consistorio de la capital leonesa renunció a mejoras no valoradas que habían incluido en su ofertas las empresas, como la urbanización de la plaza exterior, que luego hubo que contratar por 2,5 millones de euros.

Ahora, todas esas cuentas, incluidas las del alquiler de los arriostramientos de las fachadas de la Azucarera, hacen que sólo queden 8.308.132,08 euros, como figura en la incorporación de los remanentes de tesorería para gastos generales aprobados este mes por el Ayuntamiento de León. Habrá al menos Palacio de Congresos. Aunque sólo sea por fuera.