Pesca
Un mosaico de escenarios para todos los gustos
Ríos de montaña o regulados abren de par en par las puertas a todo tipo de pescadores
León, de norte a sur y de este a oeste, ofrece todo un elenco de posibilidades para los amantes de la pesca. Desde los locales hasta los cientos de foráneos que desde hace años se desplazan a los ríos de la provincia para dar rienda suelta a su pasión. Bien sea en los ríos más ‘salvajes’ o de montaña o aquellos regulados por embalse. En la variedad está el gusto. Eso sí, cada uno a su tiempo ya que precisamente los primeros aún ofrecen en las primeras semanas una mayor dificultad por el estado de las aguas, frías, y los elevados caudales provocados por las lluvias y también en el caso que ocupa a León en estas fechas, el deshielo.
Cotos, Arec y EDS abarcan los más de 2.000 kilómetros de ríos aptos para la pesca. Y eso conlleva que cada aficionado pueda tener su lugar preferido. Y también su forma de rivalizar con la trucha en un mano a mano que puede acabar con la captura de esta o no.
Esa variedad incluye también la de la pesca con muerte o sin muerte, esta segunda cada vez con un mayor número de practicantes. Y también con escenarios acotados para una actividad
u otra lo que sin duda alguna conlleva una dimensión muy respetable.
Cualquier escenario es favorable para dar rienda suelta a una pasión que suma miles de personas en la provincia a las que se unen un buen número de otras que acuden tanto de las provincias más cercanas como de escenarios más alejados de la geografía nacional.
A la hora de referirse a la situación de los ríos la diferenciación entre regulados y de montaña tiene varios apartados. Uno es el de las fechas. En ambos el inicio es idéntico, el 30 de marzo, mientras que en cuanto a su conclusión existen unas buenas semanas de diferencia ya que los primeros, los regulados por embalse, estarán ‘abiertos’ a la presencia de aficionados hasta el 15 de octubre. Para los de montaña y debido a sus condiciones, la fecha tope se enmarca a mediados del verano, el 31 de julio. Eso sí, siempre con excepciones que aparecen reflejadas en la normativa y que posibilitan que esa fecha de cierre se vea ampliada durante semanas para disfrute de los pescadores.
Otro punto de variedad es el es el que hace referencia a que en el caso de los primeros estos son más favorables para capturas de grandes truchas siendo los que más fama presentan en este apartado el Òrbigo sin desdeñar a otro también con buenos datos como el Porma.
El Esla es otro buen río para la pesca aunque sus grandes avenidas de agua lo convierten en un escenario más difícil salvo a partir e septiembre con el tramo final de la temporada cuando terminan los riegos siendo el caudal más lleva y con mejores condiciones para la pesca. Tampoco hay que olvidarse del Sil. Este quizás un poco más desconocido pero uno de los más bonitos con una población notable de truchas... y de buen tamaño.
En cuanto a los ríos de montaña aparte de por su belleza hay que destacar en el apartado piscícola al Duerna con la vista del Teleno, el Curueño que ha dado fama internacional a los gallos de León o el Torío. Son sólo algunos ejemplos de que León puede presumir de contar con tradición, calidad y muchos kilómetros para que a lo largo de la temporada de pesca el disfrute de los aficionados sea el máximo. Eso sí, tampoco hay que olvidarse de que no todos los días van a resultar perfectos.
No obstante a buen seguro que en ese calendario para los aficionados a la pesca las fechas marcadas como favorables ocupan un lugar preferente. Meses y días hay de sobra para todo ello. Y para que los pescadores puedan lucir sus habilidades con la caña.