Aguas de pesca para todos los gustos y procedencias

Fuente de vida y también de interés. Los ríos leoneses, de norte a su y de este a oeste, de montaña o regulados por embalse, rápidos u juguetones o más tranquilos, con pesca sin muerte o con muerte... todos ellos se han convertido desde hace años en un escenario de interés no sólo para los aficionados locales, también para los foráneos que cada vez acuden más a disfrutar de unos escenarios en los que la pesca marca la pauta pero también cuenta con el acompañamiento de otros alicientes.

Por extensión la provincia puede presumir de contar con más de 2.000 kilómetros de masas de agua aptas para esta actividad. Por aficionados y practicantes también muestra un estatus de primera fila. A eso hay que unir las condiciones de los ríos que tampoco han de quedar en el olvido para elevar cada jornada de actividad a una clave positiva.

Si a eso le añadimos la presencia de la gran estrella, la trucha, con una densidad poblacional numerosa se puede resumir que poco más se puede pedir para que a lo largo de los casi siete meses de temporada tanto los pescadores leoneses como los procedentes de otras latitudes disfruten de un escenario proclive que les permita dar rienda suelta a su pasión y de la naturaleza. Todas esas circunstancias han situado a la provincia como un referente. Para los pescadores locales y también para otros muchos que aprovechando la amplitud del calendario hacen un hueco en sus agendas para sacar partido a las cualidades de un escenario siempre interesante con ríos de montaña espectaculares y otros, los regulados por embalse, también de gran des condiciones.

Hasta el punto de que tanto en los primeros cuya temporada baja el telón el 31 de julio como los segundos que lo hace el 15 de octubre cuentan con ‘inquilinos’ en forma de aficionados desde el primer día y hasta el último. Algo de lo que a provincia de León puede presumir. Y lo lleva haciendo desde hace años.

A los más madrugadores ya se les podrá ver desde el sábado 30 de marzo en ríos como el Órbigo (sin duda el más demandado en cuanto a las preferencias de los aficionados), el Porma o el Esla por citar sólo unos ejemplos de los muchos ríos para el disfrute en la provincia. Eso sí, para los de montaña quizás sea preciso esperar unas jornadas para que tanto a nivel de temperatura como de caudal se encuentren en las condiciones óptimas.

Madrugadores y no tanto lo podrán comprobar a lo largo de toda la temporada.

A PIE DE RÍO

Con el fin de conocer el estado de los ríos y también la población piscícola con todos los condicionantes que la rodean, desde la Junta de Castilla y León y a través de Medio se realizan anualmente muestreos de pesca en la provincia, con una serie de estaciones representativas que se analizan anualmente y el resto de estaciones se muestrean por cuencas: un año la del Sil, otro la del Órbigo y la del Norte (Cares y Sella), y otro la del Esla.