Pesca
Pesca con muerte, pesca sin muerte.. y ‘a la leonesa’
Las diferentes formas de practicar esta actividad conviven en armonía en los ríos de la provincia
Pesca con muerte o sin muerte. Cada pescador tiene sus preferencias y aunque en el segundo caso la cifra de practicantes ha aumentado de manera considerable a lo largo de los últimos años se puede decir que los que prefieren llevarse una trucha para su cesta siguen siendo más.
En el primero de los casos esta sólo puede realizarse en los cotos y Arecs mientras que la sin muerte está permitida en todos los escenarios, incluidos con EDS.
Lo que sí es patente es que en los últimos años la actividad de la pesca sin muerte ha ido ganando adeptos que incluso han dejado de lado la primera opción para centrarse exclusivamente en la segunda. Otros, en cambio según las circunstancias, compatibilizan ambas propuestas que después de unos años en los que los caminos parecían chocar en la actualidad tanto una como otra gozan de numerosos practicantes y el respeto entre unos y otros.
Con la trucha como protagonista se puede decir que a lo largo de los más de seis meses de actividad en los ríos de la provincia el pescador, siempre según la normativa, podrá elegir entre llevarse el potencial premio de la trucha a su cesta y a casa o en su lugar devolverla al río. Eso sí, teniendo en cuenta donde está permitida una y otra en los más de 2.000 kilómetros de masas de agua pescables.
Tampoco hay que olvidarse de una modalidad de pesca arraigada en la provincia y que parece contar con un cierto despertar gracias a aquellos que la practican y también a las iniciativas para que no quede en el olvido con el paso de los años. Se trata de la pesca ‘a la leonesa. Las tradiciones existen porque hay gente que las conserva y lucha para que no se pierdan. Y este es el caso de la pesca a la leonesa que incluso tiene un día específico en el calendario de los aficionados. Todo para que León y sus ríos vuelvan a llenarse de vida tanto la propia de ellos como la de los miles de pescadores que disfrutan de ellos. De una vida que cada primavera ejerce de punto de partida y el otoño de conclusión... hasta el siguiente año.