El agua, protagonista no deseada en 14 procesiones
Jesús Divino Obrero pone el colofón a la Semana Santa de forma íntima, en su iglesia, donde anuncia que Cristo ha resucitado
Sí hubo anuncio de «Cristo ha resucitado» y petición de «lucid la mantilla blanca, levantaos los capillos», pero el tradicional colofón de la Semana Santa leonesa con la procesión de El Encuentro que impulsa la Hermandad de Jesús Divino Obrero no pudo recrearse ante cientos de personas al pie de la Catedral y con la suelta de palomas, sino que se efectuó de forma íntima, en su iglesia de El Ejido. La lluvia, esa protagonista no invitada, aguó las esperanzas de procesionar al aire libre, elevando ayer el reguero de cortejos suspendidos a catorce desde El Perdón del Martes, el Silencio y Jesús Camino del Calvario el Miércoles, las Siete Palabras por la mañana y las cuatro de la tarde del Jueves, las dos de la tarde del Viernes Santo y las cuatro del fin de semana.
La abadesa de Jesús Divino Obrero lo intentó, pidió a los hermanos que revivieran en el templo las emociones que sentirían si estuvieran en la plaza de Regla, pero en los rostros de muchos de ellos denotaban la decepción de tener que celebrar a refugio un acto que hunde sus raíces a final de los cincuenta del siglo pasado.
Aún así, se cantó la Salve, se escucharon las gaitas de la Hermandad, se leyó el Sermón y sonó poderoso el Himno de la Alegría en el Domingo de Resurrección. Los hermanos tendrán que esperar un año para que, tras mecer el paso de la madre frente a su hijo, recién mudados el manto negro que simboliza el dolor y la muerte por el blanco que representa la vuelta a la vida, la diadema por una corona de gloria y el pañuelo de la mano derecha por el cetro que la identifica como Reina de los Cielos, se destapen los capillos yun coro de gritos de aleluya acompañen el tañido de las campanas de la Pulchra Leonina y los abrazos emocionados de los cofrades.