Las estaciones de esquí cierran con apenas 420 usuarios más que la temporada del covid

La temporada se abrió con la nieve que dejaron los Reyes Magos, pero ya con toda la Navidad perdida, y la cerró la Pascua sin apenas nieve más que para motear los picos. En medio, San Isidro y Valle de Leitariegos sumaron apenas 86.823 usuarios, en 76 y 60 días abiertas, respectivamente, de acuerdo a los datos hechos públicos por la Diputación Provincial. La cifra apenas supera en 420 usuarios a la registrada en la temporada 2020-2021, marcada por el covid. Al margen de este precedente, que obligó a reordenar por completo el funcionamiento para limitar aforos, el balance queda ya como peor marca en lo que va de siglo.

Pese a que la línea histórica dibuja una hondonada de usuarios, los responsables de la Diputación, incidieron en que las dos instalaciones leonesas que gestiona «han aportado la mejor oferta continuada de nieve del Cantábrico, ya que las del resto de la cordillera y del Sistema Central han estado cerradas o con una oferta simbólica». El análisis incidió en que ha sido una campaña «marcada por una meteorología adversa para la práctica del esquí» e intentó templar con el apunte de que queda por debajo de «los más de 100.000 usuarios de las mejores temporadas». 

Aunque no entraron a enumerar la línea temporal en la que hay que ir hasta la 2015-2016, en la que se contabilizaron 118.11 esquiadores, para encontrar un resultado cercano, o la 2016-2017, en la que hubo 130.559, de acuerdo a los datos que ofrecieron al cierre en esos años desde la institución provincial. Todavía más lejos quedan los 299.963 de la 2006-2007 y los 241.556 de la 2009-2010.

La comunicación oficial incidió en que de los 129 días de apertura contemplados inicialmente en el calendario oficial, que pretendía estrenar las pistas de esquí el 30 de noviembre, «la falta de nieve no permitió el inicio de la campaña hasta bien entrado el mes de enero», en concreto el día 13, después de las nevadas que hicieron cama alrededor de la noche de Reyes. Aunque ni siquiera esta nieve, que parecía presagiar un asiento suficiente para llegar con holgura hasta abril, sirvió, después de que se sucedieran «las precipitaciones de forma irregular», y se sucedieran con fuertes lluvias que barrieron las pistas. Como resultado, «las instalaciones de San Isidro han prestado servicio 76 días y las de Valle Laciana-Leitariegos lo ha hecho durante 60 jornadas», como trasladaron desde la Diputación, a la vez que contextualizaron los datos con el apunte de que «el promedio de días de funcionamiento de los últimos 10 años es de más de 90 días».

El balance de los responsables de las instalaciones hizo referencia en descargo de las cifras en que «a la escasez de nieve» hubo que sumarle «varias jornadas de vientos fuertes que han impedido la puesta en marcha, por motivos de seguridad, de los telesillas», además de que «las altas temperaturas han dificultado la fabricación de nieve artificial para mantener las pistas en unas condiciones óptimas». Pese a estos problemas, reseñaron desde la institución, «en San Isidro, por ejemplo, se ha llegado a aportar más de medio metro de nieve fabricada».

La suma de condicionantes determinó que «el promedio de kilómetros esquiables de las estaciones durante este año haya sido de 6,6 kilómetros en San Isidro, con capacidad total de 34 kilómetros, y 4,1 kilómetros en Valle Laciana-Leitaregos, de un total de 8 kilómetros» de pistas.

El detalle por estaciones deja a San Isidro con un total de 58.436 esquiadores y Valle Laciana-Leitariegos con 28.387. En las dos instalaciones coincidió «el día de mayor afluencia de público, el 16 de marzo, fecha en que la primera recibía 3.705 usuarios, mientras la segunda acogía 1.309», como trasladaron desde el Palacio de los Guzmanes.

Sobre este escenario, «la media de asistencias se ha situado durante esta temporada en 790, en el caso de San Isidro, y en 473 en Valle Laciana-Leitariegos». En las dos estaciones, como abundaron desde la Diputación, «la procedencia predominantemente» se repitió en el mismo orden incluso: León, Asturias, Galicia y Portugal.

La mala temporada apenas se atenúa con la cifra de los abonos anuales, que en el caso de San Isidro ascendieron a 2.195, a mayores de los cuales se apuntaron 42.834 pases fortfaits. En la estación de Valle Laciana-Leitariegos, los pases de quienes esperaban gozar de una campaña completa fueron 539 y los pases de día 15.638. Esas cifras, «junto a las de alquiler de esquís y concesiones, suponen unos ingresos, a falta del balance definitivo, que no alcanzarán los 2 millones de euros, de los que 1,3 corresponderían a San Isidro», como avanzaron desde la Diputación. La cantidad se acerca a los 1.819.291 euros de la temporada del covid, pero sin buscar una referencia muy amplia quedan muy por debajo de los 4.060.215 euros de la 2021-2022.

Como ya hicieran en el año de la pandemia, el diputado de Turismo, Octavio González, se agarró al calificativo de «atípica» para definir la campaña «marcada por una meteorología inestable». Como apunte positivo en medio de las cifras, el responsable del PSOE recalcó que la temporada «ha permitido registrar la mejor Semana Santa de los últimos cinco años».

González insistió en que «se han aprovechado al máximo los recursos disponibles en unas circunstancias meteorológicas adversas». «Las estaciones de esquí de la Diputación suponen uno de los principales activos turísticos de la provincia durante la campaña de invierno», defendió el diputado de Turismo, quien agradeció «el trabajo del personal de las estaciones y de las empresas y profesionales que prestan servicios en ellas».

No quiso el dirigente del PSOE y alcalde de Vegacervera perder la ocasión para recordar «la importancia de estas instalaciones invernales para la economía de las áreas de influencia en las montañas central y occidental». Con la vista puesta ya en la siguiente campaña, González puso el foco sobre la «importante inversión que se va a realizar en las instalaciones de Valle-Laciana Leitariegos, cifrada en más de 10 millones de euros».