Los leoneses sufren casi 4.000 estafas informáticas en 2023, y el mismo número de hurtos
Los ciberdelitos se convierten en la tipología penal más importante en la provincia y obligan a redoblar esfuerzos
Editorial: Refuerzo y concienciación, las armas.
La detención de Anonymous fue especialmente sonada. DL
La cibercriminalidad se ha convertido ya en el principal quebradero de cabeza para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la provincia de León. Los delitos relacionados con las actividades en la red y los que se sustentan en el uso de datos componen ya el principal foco de delincuencia, de acuerdo a los datos del Balance de Criminalidad del año 2023, que acaba de publicar el Ministerio del Interior y que cuantifica en 4.396 los casos que se han denunciado en las cuatro comisarías leonesas (León, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo) y en la treintena de puestos de la Guardia Civil que se reparten por la geografía local.
Los datos arrojan una lectura inicial: cada día se cometen una docena de delitos de estas características en la provincia. Uno de cada cuatro incidentes que se elevan a las autoridades policiales tienen que ver con este tipo de casuística penal. El problema es que la tendencia es creciente y ejemplifica la constante progresión exponencial de incidentes de este tipo.
La realidad del día a día evidencia además un problema notable. Los delitos cibernéticos no se limitan a fórmulas de actuación a la antigua usanza. De los casos protagonizados por individuos que utilizan transiciones bancarias se ha pasado ahora a otras fórmulas más sofisticadas. Los mensajes de SMS en los que se avisa de la entrega de paquetes postales pendientes de pagos de pequeñas cantidades, los formularios de envío de datos para actualizar cuentas bancarias y estos días también las cuestiones relacionadas con la declaración de la renta son los ejemplos más frecuentes en los últimos días.
ESTAFAS
3.904 casos son incardinados en el epígrafe de estafas informáticas. El resto de cuestiones se clasifican como ‘otros delitos’ y suponen 492 expedientes. Todo en el marco de las tareas de trabajo de las Brigadas de Delitos Informáticos de las Fuerzas de Orden Público de la capital y la provincia.
Solamente el cajón de sastre en el que se convierte el apartado de ‘Otros delitos’ es más importante que el referente a la cibercriminalidad. En ese bloque se integran los casos que resultan más difíciles de clasificar por sus características.
Los casos más comunes son los robos de datos personales, que se utilizan para obtener beneficios económicos posteriores. Se trata de captar las claves y contraseñas necesarias para realizar compras y cometer ataques contra el patrimonio personal en cualquiera de sus diferentes fórmulas.
La tendencia no es exclusiva de la provincia. La autonomía sigue el mismo camino. El incremento de la tasa de criminalidad en un 0,8% respecto al 2022 se debió principalmente al aumento, en un 19,4%, de los delitos relacionados con la cibercriminalidad. Concretamente, a lo largo del 2023 se registraron un total de 22.642 estafas informáticas, frente a las 18.968 que se anotaron en el ejercicio anterior, y 2.782 delitos cometidos en el ciberespacio. En comparación con el mismo periodo del año pasado, la criminalidad convencional, que representa el 71,4% del total, registró un descenso del 3,1% en la demarcación autonómica, donde fue notable la caída en un 37% de los homicidios dolosos y asesinatos consumados, que se situaron en 10 frente a los 16 registrados en el 2022.