Energía sostenible y medioambiental
Actualmente la tecnología está presente en todo momento en nuestras vidas, hasta el punto que nos hemos vuelto dependientes de ella y la gran demanda de electricidad hace que se incrementen sus costes
La eficiencia energética es una de las prioridades estratégicas de la Unión Europea como un medio para conseguir un abastecimiento de energía sostenible, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la seguridad del suministro, rebajar los gastos de importación y fomentar la competitividad europea. La nueva realidad geopolítica y el indudable cambio climático obligan a las economías mundiales a realizar políticas innovadoras que conlleven una menor dependencia de las energías importadas, además de poner en marcha fuentes que resulten óptimas para el medio ambiente. La legislación de la Unión en materia de eficiencia energética ha evolucionado significativamente en los últimos quince años. En 2023, los colegisladores aumentaron el objetivo de eficiencia energética, es decir, el objetivo de reducir el consumo final de energía de la Unión, hasta el 11,7 % de aquí al año 2030.
Y es que los sistemas energéticos sufren cambios a largo plazo que puede estar relacionado con un factor o una combinación de diversos factores, como puede ser la escala económica, la política energética o la estructura del sistema.
A nivel productivo, las empresas y las diferentes administraciones públicas están poniendo en marcha un número cada vez mayor de medidas e iniciativas para apostar por las energías provenientes de las fuentes renovable. La idea es que sirvan como guía de ahorro de energía y, por ende, contribuyan a que el planeta sea más sostenible. La Unión Europea, por ejemplo, obliga en la Directiva 2010/31/UE, a implementar en las nuevas viviendas distintas medidas para recortar el consumo de energía y hacerlas más sostenibles. Son las conocidas como construcciones de consumo casi nulo.
Para averiguar si en una vivienda se realiza una adecuada eficiencia energética, hay que tomar en consideración distintos indicadores que miden los consumos de energía durante un periodo de tiempo determinado. La eficiencia energética está íntimamente ligada a la intensidad de la energía pero de modo inversamente proporcional: cuanta más intensidad energética utilicemos en el hogar, menor será la eficiencia eléctrica que estamos llevando a cabo.