León triplica su turismo VUT oficial y está entre las ciudades con crecimiento más «descontrolado»
El sector alerta del «riesgo creciente de desbordamiento de capacidad alojativa» y el Gobierno plantea poner límites
Editorial: Turismo necesario, pero no a cualquier precio
«La intensidad del retorno de las viviendas de uso turístico (VUT)» al mercado de los alojamientos tras el parón que registraron con la pandemia «condiciona el posicionamiento turístico de muchos destinos». Por ejemplo León, que se sitúa entre las 25 ciudades con mayor número de pisos de uso turístico en el país, entre los más tensionados por tanto; pero sobre todo está entre la docena de ciudades que «no adoptaron medidas de ordenación a través de sus normas urbanísticas, o que no se dotaron de instrumentos de inspección para su cumplimiento». El Gobierno anunció ayer que limitará los alojamientos turísticos en las zonas tensionadas, a pesar de que esta es una competencia autonómica y municipal, porque condicionan el mercado residencial tanto en los precios de los alquileres como en el derecho de acceso a la vivienda. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea abrió la vía a intervenir el mercado ante los efectos indeseados del crecimiento, en buena parte incontrolado, de este tipo de viviendas turísticas.
Oficiales y ‘reales’
Ni siquiera existe un registro fiable del número de viviendas de uso turístico que operan en realidad en la provincia. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales del año pasado estaban registrados en toda la provincia 1.226 apartamentos, con una oferta de 6.427 plazas, según recuerda el Círculo Empresarial Leonés (CEL). Que señala también que no se puede saber qué zonas de la ciudad o de la provincia están ‘tensionadas’ desde el punto de vista de la vivienda porque la Junta «declinó» la posibilidad de declaración de estas situaciones en el mercado laboral, que recoge la Ley de Derecho a la Vivienda.
El CEL indica en todo caso que el repunte de las VUT es evidente, y León es la provincia de la Comunidad con más establecimientos de este tipo. «Consideramos que la normativa de Castilla y León es demasiado laxa y permisiva», por lo que exigen más controles y vigilancia, y «medidas más restrictivas».
En todo caso los datos del INE evidencian que la cifra de VUT sigue en los últimos años una tendencia creciente. Deja poco lugar a dudas el número de viajeros registrados en este tipo de alojamientos de forma oficial: el año pasado fueron casi 41.000 viajeros, lejos de los 14.500 de antes de la llegada del covid; y que se disparan año a año. Las pernoctaciones se han más que duplicado en este tiempo, hasta rozar las 86.000 el año pasado.
Unas cifras que contrastan llamativamente con las que maneja el sector turístico: según los datos de Exceltur sólo la ciudad de León ofertaba el año pasado 2.252 plazas de alojamiento en pisos turísticos, un 18% más que el año anterior. También los empresarios de turismo rural han denunciado reiteradamente la oferta a través de canales on line de un importante número de viviendas que ni están registradas ni controladas.
Una cadena de consecuencias
«Mientras no se cumpla la regulación, este problema seguirá creciendo». Es la conclusión de Exceltur, que llama la atención también sobre la importancia de la «contribución socioeconómica del turismo a la sociedad, junto a su equilibrio con los recursos naturales y los elementos de identidad local en los destinos».
Mientras no se dé una «respuesta adecuada al crecimiento descontrolado de viviendas turísticas, promovida por las facilidades de su comercialización a través de plataformas on line», será uno de los temas centrales de la agenda del que se ha convertido en el principal motor económico nacional y provincial.
Su efecto, denuncia el conjunto del sector, «desvaloriza el entorno y supera la capacidad de acogida natural y social» de las localidades; con «efectos nefastos sobre el acceso a la vivienda y la pérdida de vitalidad de los centros históricos».
Según el último análisis de la patronal de empresas turísticas, «el mayor crecimiento de plazas en viviendas de uso turístico se concretó el año pasado en ciudades medianas», y en aquellas que aunque de mayor tamaño no adoptaron medidas de ordenación ni controlaron su desbordante crecimiento. En este grupo incluye Exceltur a Málaga, Almería, Granada, Murcia, Bilbao, Gijón, Oviedo, Coruña, Santander, Toledo, León y Valladolid. Señala el informe que las ciudades en las que nació el fenómeno de las VUT «contaron con una mayor contestación ciudadana por el desfavorable efecto sobre la vitalidad urbana, y con una mayor reacción y prioridad política en su ordenación y control», lo que limitó su crecimiento incontrolado.
La fortaleza del destino urbano
La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, adelantó ayer que el Gobierno se reunirá con las autonomías para controlar el efecto de estas viviendas en los alquileres y el mercado residencial.