San Andrés ya trabaja en abrir el puente de San Juan de Dios en verano

Como si fuera la ‘bella durmiente’, el puente que enlaza la avenida de San Ignacio de Loyola con la calle Azorín sobre las vías parece que podría despertar de un sueño de más de 40 meses con el ‘beso’ de San Andrés. Los técnicos de este Ayuntamiento del área metropolitana leonesa ya trabajan en la apertura del vial con la vista puesta en el verano.

Así que la rotonda ‘enana’, el paso estrechísimo sobre la presa del Bernesga, el salto de un metro en el final abrupto del carril-bici y la deficiente señalización ya están sobre la mesa de las soluciones para que la infraestructura, conocida comunmente como el puente de San Juan de Dios por su cercanía a ese hospital, pueda cumplir su función de dar vida a la circulación rodada y peatonal de la zona.

De hecho, para la mini-glorieta que dificulta el tránsito de dos vehículos a la vez si son de envergadura, el equipo de Gobierno baraja reemplazarla por una rotonda «pisable», al estilo de las grandes ciudades europeas como París, que podría estar sólo dibujada en el suelo o resaltada con un pequeño peralte, de modo que los camiones que se crucen puedan pasar por encima de ese espacio para facilitar el giro.

La alcaldesa, Ana Fernández Caurel, ha dado instrucciones al concejal de Servicios Generales, Alejandro Fernández Corral, de coordinar con los técnicos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) la corrección de las deficiencias para agilizar la puesta en funcionamiento del puente.

En la primera reunión entre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (Mitma) con la nueva Corporación de San Andrés el pasado martes, el número 2 del ministro, José Antonio Santano, sorprendió a todos al asegurar que desconocía el informe de la Policía Local de 2022 que señalaba los flecos a subsanar de las obras. Tres hojas que la portavoz del PP Noelia Álvarez le imprimió para que se llevara a Madrid y pudiera estudiarlas, y que se completarán con el informe actual que también ha pedido la regidora y que le remitirá en breve. El Ayuntamiento tiene claro que esos errores debe asumirlos Adif para una apertura segura.

El asunto es que para ‘despertar’ al puente sobre su lecho de vías se requiere firmar un convenio entre ambas instituciones que deje también por escrito las obras de dos carriles extra que se acometerán para que el puente no se convierta en un tapón para los 16.000 vehículos que llegarán a pasar por él a diario y ofrezca dos calzadas en cada sentido de circulación.

«Mi intención es abrirlo cuanto antes, mejor en junio que en agosto, y se abrirá como está ahora con sólo dos carriles para ir dando salida al tráfico de Valverde de la Virgen, hacia la montaña, los Hospitales y Eras. En el convenio se especificará que las obras de los otros dos carriles se efectúen sin alterar la circulación», indica Fernández Caurel, quien matiza «que si de momento no pueden pasar camiones, no lo harán, pero se abrirá lo antes posible porque es una necesidad».

Indica, además, que los técnicos «valoran varias ideas para superar la presa». La población, por su parte, espera que el sueño no se convierta en pesadilla porque ‘el gafe ‘persigue al vial de San Juan de Dios, que ha permanecido cerrado a cal y canto desde que en enero de 2021 concluyeron sus obras tras una inyección económica de 2,6 millones de euros. San Andrés del Rabanedo y Adif se enredaron durante el mandato socialista en quién, cuándo y cómo se abría el paso, que ahorraría un gran rodeo al 75% del tráfico que ahora continúa por Pinilla.

El gafe comenzó con la irrupción del coronavirus, que dilató el arranque de la obra; prosiguió con la explicación quijotesca de que no se abría porque la rotonda más cercana al Ayuntamiento no daba «la talla» para distribuir con seguridad la circulación y que luego se anunció que quedaría aplastada bajo unos nuevos carriles; y continuó con un encaje de bolillos administrativo para salvar el escollo de la transferencia, porque Adif se había encargado de la obra, pero también de las expropiaciones. Tras esos múltiples retrasos, todo parecía que iba sobre ruedas para abrirse en mayo de 2023, pero llegaron las elecciones municipales y el vuelco en el sillón de mando de San Andrés, que desplazó al PSOE y colocó a UPL, lo que volvió a revolver los plazos. La nueva Corporación leonesista puso en duda la oficialidad de los borradores del convenio y fió a la primera reunión con Adif el ver, tocar y probar la bondad de lo escrito para aceptar los 800 metros de viales de conexión y el puente de 13,9 metros de anchura en su tablero.

Una infraestructura que posee «desaciertos», según detalló la Policía Local de San Andrés. UPL heredó esa bola, que diez meses después parece que empieza a digerir, porque como bien sabe el municipio, las cosas de Adif en San Andrés van despacio.

El primer contacto con el ministerio y el Administrador parece que allana una apertura que en los tres años y medio anteriores parecía siempre casi hecha. La idea es disponer de las claves para resolver «cuanto antes» cómo se puede abrir el famoso puente y cómo frenar su deterioro por la falta de uso y mantenimiento.