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Historia leonesa

La judería del casco viejo de León se libra de toneladas de basura

La limpieza de los solares de la calle La Plata, cuya factura pasará León a los propietarios, desentierra los restos del apartamiento judío

Los operarios sacaron tres camiones de maleza y basura del solar de la parte inferior. RAMIRO

León

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Tres camiones de basura repletos de restos de poda y árboles, envases de vino, vasos de cachi, sillas de plástico, trozos de bidones, ratas, decenas de jeringuillas y, en mitad de todo ello, un muro de canto rodado del que aflora parte de la historia de León. Su trazo ha quedado descubierto con la limpieza del solar de La Plata, apenas una callejina a entre La Rúa y Cascalerías, a espaldas de los vestigios del antiguo anfiteatro romano, donde duermen los rastros del "apartamiento" en el que se hacinaron los judíos en 1481, cuando fueron expulsados intramuros y donde permanecieron hasta que en 1492 el Edicto de Granada, dictado por Fernando II y Isabel I, ordenó su destierro.

Las huellas aparecen de nuevo ahora que se vuelve a limpiar el solar que queda en mitad de la calle, entre dos casas que amenazan con venirse abajo. La actuación se ha hecho de forma subsidiaria por parte del Ayuntamiento de León, que girará a los propietarios la factura de más de 5.000 euros apuntados como coste del derribo del muro, el desbroce a fondo, la retirada de los residuos y la reconstrucción del cierre. La cuenta se suma a las multas coercitivas que ya han tenido que afrontar los dueños del suelo.

Los operarios sacaron tres camiones de maleza y basura del solar de la parte inferior. RAMIRO

El terreno limita con otro solar, un poco más elevado, cuya linde queda definida por el muro de canto rodado que podría pertenecer a una casa de la época medieval de la antigua judería, cuando la escasez de terreno obligó a construir rápido, en hacinados, en terrazas, como señala el historiador Alejandro Valderas. Su limpieza corresponde a otros dueños que, al contrario que sus vecinos, han atendido en anteriores ocasiones las obligaciones de salubridad y ornato público establecidas por la ordenanza municipal de limpieza. Aunque si no lo hacen, el consistorio podría optar también por la vía de la ejecución subsidiaria, después de que el resto del vecindario lleve años de reclamaciones para solucionar la situación de un suelo que se ha convertido en un foco de suciedad, tomado por las ratas, y un estercolero en el que sea arroja la basura de manera incivilizada.

No se trata de la primera intervención que tiene que realizar el Ayuntamiento de León para atender el problema de este enclave escondido del casco histórico donde, como recuerda Pepe Muñiz, estuvo uno de los últimos reductos de prostitución de la ciudad y al que acudían los soldados alemanes de la Legión Cóndor durante la Guerra Civil. En enero de 2016, ya se procedió a una limpieza de los dos solares, que entonces tenían acceso libre tras desaparecer la puerta del murete exterior. Por ahí colaban personas para drogarse o hacer sus necesidades, dos situaciones que los vecinos del entorno alertan de que se suceden aún, ahora en mitad de la calle, durante las noches de los fines de semana y fiestas.

Sin destino

El Ayuntamiento planeó en 2016 hacer un pequeño jardín pero no hubo acuerdo con los dueños

Ocho años después de la última intervención, el Ayuntamiento de León no tiene por el momento previsto hacer nada más. El consistorio guardó en un cajón ya el proyecto que habían redactado los técnicos del Instituto Leonés de Renovación Urbana y Vivienda (Ilruv). El plan proponía convertir los solares en una pequeña zona verde, con riego e iluminación. La intervención, que disponía un presupuesto de 52.645 euros, se complementaba con la eliminación del muro, la adecuación al nivel de la vía y la colocación de un drenaje para proteger las medianeras, además de la pavimentación de la vía con adoquines y la limpieza y pintado de los bajos de las fachadas.

Los operarios sacaron tres camiones de maleza y basura del solar de la parte inferior. Fernando Otero

Sólo la reurbanización de la calle y la eliminación de las pintadas se ejecutaron. El resto quedó parado por la falta del «acuerdo con los propietarios de los solares para limpiar y abrir este espacio, en tanto y cuanto no se ejecuten en ellos obras de edificación», como se exponía en el documento del proyecto. No se hizo. Con el tiempo, el foco de suciedad retornó de nuevo a las parcelas de La Plata: esa vía que en tiempos del «apartamiento judío» se conocía como Cal Pequennina, en cuya esquina con La Rúa estuvo la última sinagoga de la ciudad. En ese enclave, junto a Santa Cruz y la Cal de Rodezneros, hoy desaparecida y que coincide con el entorno de Matasiete, desapareció la judería de León. Sus huellas están debajo de la basura de un solar.