La contraprogramación del leonesismo diezma los actos de Villalar en León
La Junta tampoco hará feria gastronómica tras no hallar hosteleros
Editorial: Un 23 de abril que genera desagrado
El plan era otro. Pero desde el avance de los actos, hace más de dos semanas, hasta la víspera del 23 de abril a la Junta se le han caído la mayoría de las ideas del programa. La celebración de Villalar, que por primera vez en la historia pretendía trasladar a doce ciudades de la comunidad actos al mismo tiempo, se quedará en la capital leonesa con poco más que la carrera popular y la marcha en familia, en la que hay cerca de 200 inscritos, y cuatro actuaciones: música tradicional, un grupo de folk, un mago y una propuesta para niños.
Pero, tras el aviso de contraprogramación de los colectivos del leonesismo, ni habrá izado de la bandera de Castilla y León, ni lectura del estatuto de autonomía para niños —dos propuestas que tampoco se escenificarán en el resto—, ni tampoco feria gastronómica, después de que el último hostelero que resistía se borrara por culpa de las presiones recibidas por parte de radicales leonesistas y la empresa de catering de Valladolid con la que se había contactado también se descartara.
La renuncia se escenificó con la ausencia de las seis casetas de la plaza de San Marcos. Las barras en las que se habían anunciado las consumos a dos euros, y un euro más por la tapa, no estarán este martes. La falta se cubrirá con la carrera popular de 5 kilómetros y la marcha para las familias de 2,5 kilómetros que arrancará a las 11.00 horas.
El programa de la Junta
El programa leonesista
La actividad deportiva se presentará como apoyo a la asociación de enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), cuyos responsables dispondrán de una carpa para el reparto de información. La entrega de trofeos, a la finalización de las pruebas, alrededor de las 12.00 horas, ocupará el hueco del acto institucional al que asistirá como cabeza visible de la Junta Juan Carlos Suárez-Quiñones, el único consejero leonés del gabinete de Alfonso Fernández Mañueco.
Para esa hora, los grupos leonesistas esperan haber terminado frente a San Marcos la marcha a pie que harán desde la plaza de Guzmán. La manifestación culminará en este punto con una pitada para la que UPL regalará un millón de silbatos, además de banderas de León con las que protestar contra la Junta y reclamar la Autonomía Leonesa. A mayores, Conceyu País Llionés anunció que escenificará «el rescate de León de las garras de Mordor» y la lectura de varios textos, uno del alcalde de León, José Antonio Diez, quien no tiene anunciada su presencia. Como colofón se prevé la quema de una maqueta de un castillo con la que se quiere recordar la que ya se hizo en 1996, cuando la Junta, dentro del plan de rotación por todas las capitales de provincia, dejó a León para la final y el leonesismo reventó la celebración.