El número de trabajadores se desangra en León: 13.300 menos sólo en el último año

Los datos del mercado laboral de León son cada vez más preocupantes. El número de personas en edad de trabajar desciende vertiginosamente, y la provincia reduce su número de parados, pero sobre todo desploma su nivel de trabajadores con empleo. 

Los datos publicados hoy por la Encuesta de Población Activa (EPA), que revisa sus bases de datos con la actualización de datos de población, colocan además otra vez a León a la cola del país en tasa de actividad: un 47,44%, por debajo incluso de Orense, junto con Jaén las únicas tres provincias que no alcanzan el 50% de sus habitantes en disponibilidad de trabajar. 

En conjunto la provincia perdió el año pasado 4.100 habitantes de más de 16 años, aunque lo preocupante es la evidencia de que los leoneses en edad de trabajar siguen emigrando de la provincia en busca de mejores horizontes laborales. Sólo en 2023, según los datos de la EPA, la provincia perdió 13.00 activos. Si se suman los dos últimos años (en 2022 se alcanzó un máximo de los últimos ejercicios, con 204.400 leoneses con empleo o buscándolo) el desplome de fuerza laboral suma 18.200 personas. 

Por lo que se refiere a la ocupación, que también fijó un máximo en 2021, con la recuperación de la actividad tras la pandemia, sigue una tendencia igualmente descendente. Si en 2022 se mantuvo en 177.600 trabajadores, sólo a lo largo de 2023 se destruyeron 8.100 empleos. 

Baja también la cifra de parados, aunque como se ve por los datos anterior no tanto por el dinamismo económico como por el abandono de efectivos laborales. El ejercicio pasado cerró con 16.700 parados, son 500 menos que un año antes y las cifras se reducen sensiblemente desde que el covid destrozó buena parte de la actividad económica, y devolvió la cifra de parados en León a 30.800.

El dato nacional

A nivel nacional, el paro subió en 117.000 personas entre enero y marzo, lo que supone un 4,1% más que en el trimestre anterior, mientras que la ocupación se redujo en 139.700 puestos de trabajo (-0,6%), registrando en ambos casos sus peores registros en un primer trimestre desde 2020, con la llegada del Covid, según informa EP.

Al finalizar marzo, el número total de parados se situó en 2.977.900 personas, la cifra más alta desde el primer trimestre de 2023, y el de ocupados alcanzó los 21.250.000 trabajadores, tratándose también en este caso de la menor cifra de ocupados desde el primer trimestre de 2023.

No obstante, en una valoración remitida a los medios de comunicación, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ha resaltado que los datos de la EPA del primer trimestre "consolidan el volumen de ocupados por encima de los 21 millones de personas".

El aumento del paro en el primer trimestre de este año es el más elevado en un primer trimestre desde 2020, cuando la irrupción del Covid llevó a un repunte del desempleo de 121.000 personas. En el primer trimestre del año pasado, el paro subió en 103.800 personas, menos de lo que lo ha hecho en 2024.

Excluyendo 2020, el incremento del desempleo en el primer trimestre de este año es el más elevado en un primer trimestre desde 2013, cuando subió en más de 257.000 personas.

En el caso de la ocupación, la destrucción de puestos de trabajo experimentada en el primer trimestre de este año es la más acusada desde que en los tres primeros meses de 2020, con el Covid, desaparecieran 285.000 empleos. Dejando a un lado 2020, la del primer trimestre de este año ha sido la mayor caída de la ocupación en un primer trimestre desde el ejercicio 2014 (-184.600 empleos).

La tasa de paro repuntó casi medio punto en el primer trimestre, hasta el 12,29%, su valor más alto desde el primer trimestre de 2023. El Ministerio de Economía ha destacado que el primer trimestre del año se caracteriza por una "desfavorable estacionalidad" y que, en comparación con un año antes, la tasa de desempleo es más de un punto inferior.

Por su parte, la tasa de actividad se redujo dos décimas, hasta el 58,63%, tras reducirse el número de activos en 22.700 personas entre enero y marzo (-0,09%).

Al mismo tiempo, el volumen de inactivos se incrementó en los tres primeros meses del año en 128.100, superando los 17 millones de personas por primera vez desde el segundo trimestre de 2020, en plena pandemia.

En el último año el paro se ha reducido en 208.500 personas (-6,5%) y se han creado 615.800 empleos (+3%), mientras que el volumen de activos se ha incrementado en 407.300 personas (+1,7%).

NUEVO MÁXIMO DE TRABAJADORES INDEFINIDOS

Según el INE, el número de asalariados se redujo en el primer trimestre en 69.800 personas (-0,4%), concentrándose todo el ajuste en el empleo temporal (-173.500), ya que los asalariados con contrato indefinido aumentaron entre enero y marzo en 103.700 (+0,69%), hasta un nuevo máximo de 15,2 millones.

De este modo, la tasa de temporalidad retrocedió hasta el 15,7%, marcando su mejor registro en la serie histórica, según ha subrayado Economía.

La destrucción de empleo registrada en los tres primeros meses del año se concentró, sobre todo, en el sector privado, que perdió 114.100 empleos (-0,6%), hasta un total de 17,66 millones, en tanto que el sector público recortó sus puestos de trabajo en 25.600, un 0,7% menos respecto al trimestre anterior, hasta un total de 3,55 millones de ocupados.

El número de ocupados a tiempo completo se redujo en 199.700 personas hasta marzo (-1,08%), mientras que los asalariados a tiempo parcial se incrementaron en 59.900 (+2,08%), hasta sumar 2,94 millones de personas.

LAS MUJERES PIERDEN 86.800 EMPLEOS EN EL TRIMESTRE

El ascenso del paro en el primer trimestre afectó a ambos sexos, aunque en mayor medida a los varones. En concreto, el desempleo masculino aumentó en 77.500 hombres (+5,8%), frente a un repunte del paro femenino de 39.500 mujeres (+2,6%). Con estos datos, la tasa de paro femenina aumentó cuatro décimas, hasta el 13,73%, mientras que la masculina subió seis décimas, hasta el 11%.

No obstante, la destrucción de empleo registrada en el primer trimestre fue mayor entre las mujeres. Así, mientras que los hombres perdieron 52.900 puestos de trabajo entre enero y marzo (-0,4%), la ocupación femenina retrocedió en 86.800 trabajadoras (-0,9%).

Por sectores, el desempleo bajó en el primer trimestre entre los parados de larga duración (-32.400 parados) y en el colectivo de los que buscan su primer empleo (-35.600 parados). Éste último, con un total de 271.100 desempleados, marcó en este trimestre su cifra más baja desde el segundo trimestre de 2020.

En cambio, subió en el resto de sectores, especialmente en los servicios (+128.600 parados, +11,5%), seguido de la industria, con 28.900 desempleados más (+24,1%); la construcción, que sumó 26.700 parados entre enero y marzo (+26,1%), y la agricultura, con 800 desempleados más (+0,6%).

Por su parte, la destrucción de empleo en el primer trimestre afectó a todos los sectores. El mayor descenso de la ocupación se lo anotaron los servicios, con 56.100 empleos menos (-0,3%), seguido de la industria (-38.500 puestos de trabajo, -1,3%); la agricultura (-27.600 empleos, -3,5%), y la construcción, que perdió 17.500 ocupados hasta marzo (-1,2%).

Según la EPA del primer trimestre, los trabajadores por cuenta propia disminuyeron en 69.800 personas (-2,1%) entre enero y marzo, lo que situó el número total de autónomos en 3.179.700 personas. No obstante, en el último año, el colectivo ha aumentado en 19.900 autónomos (+0,6%).

LA MENOR CIFRA DE HORAS EFECTIVAS TRABAJADAS A LA SEMANA DESDE 2021

En el primer trimestre, el número total de horas efectivas semanales trabajadas por todos los ocupados bajó un 0,3% interanual, con 664,74 millones de horas trabajadas, frente a las 666,95 millones de un año antes.

El número medio de horas efectivas trabajadas a la semana disminuyó un 3,6% interanual, hasta las 32,4 horas, la cifra más baja en un primer trimestre desde 2021.

En el primer trimestre del año, 1.597.200 ocupados trabajaron desde su domicilio más de la mitad de los días, lo que supone 183.900 más que en el primer trimestre de 2023 y el equivalente al 7,5% del total de ocupados. Este porcentaje llegó a superar el 16% al inicio de la pandemia.