El TSJ confirma la pena a un varón por agresión sexual a una niña de 11 años
La Audiencia le condenó a 1 año y tres meses de cárcel y seis de inhabilitación para oficios con menores
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) con sede en Burgos ha confirmado la pena que la Audiencia Provincial de León impuso en mayo del año pasado a un hombre por un delito de agresión sexual a una niña de 11 años que tuvo lugar en el interior de un restaurante en 2019.
El varón había sido condenado a un año y tres meses de cárcel tras estimarse la circunstancia atenuante simple de dilaciones indebidas. Además, acordó seis años de inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades que conllevaran el contacto con personas menores de edad y también le prohibió aproximarse a la joven, su domicilio, lugar de estudio o trabajo a una distancia inferior a 200 metros, y comunicarse con ella por cualquier medio durante tres años. La condena incluía abonar una indemnización de 2.000 euros y hacerse cargo de las costas derivadas del procedimiento.
El TSJ ratifica punto por punto la sentencia de la Audiencia leonesa y da por probado que sobre las 23.00 horas del 14 de abril de 2019 la menor estaba con su madre y la pareja de ésta en un restaurante y, al terminar de cenar en una mesa del fondo del local, ambos salieron al exterior del establecimiento a fumar un cigarro mientras la menor acababa su plato. El condenado, que ayudaba en las labores del restaurante, se acercó entonces a ella aprovechando que estaba sola y que no había clientes y le tocó el pecho por encima de la ropa hasta en dos ocasiones.
Instantes después, desde el sofá que había enfrente a la mesa en donde estaba la menor, la pidió que se acercase, insistiendo ante las reticencias de la menor. No obstante se acercó y él consiguió que se sentase a su lado, y poniendo otra vez el brazo sobre su hombro se hizo una foto selfie con el teléfono móvil, para a continuación volverle a tocar intencionadamente el pecho por encima de la sudadera.
Cuando la madre entra en el local y no ve a su hija sentada en la mesa, la niña corrió hacia ella llorando, le abraza y le pide insistentemente irse del establecimiento. Una vez fuera, le contó lo que había sucedido, habiendo provocado en la niña un sentimiento de angustia, ansiedad y preocupación.