La Semana Santa apenas salvó el pulso del turismo
Los datos del primer trimestre evidencian un estancamiento en alojamiento rural y apartamentos
Un grupo de turistas escucha las explicaciones de uno de los guías turísticos.
Los resultados turísticos del primer trimestre del año se confiaban esta vez al impulso de la Semana Santa, pero en el caso de los establecimientos rurales y los apartamentos, los dos tipos de alojamiento no hotelero con más tirón en la provincia, las cifras invitan al análisis. Cierto es que la semana de vacaciones por excelencia en la provincia estuvo pasada por agua y alteró las previsiones iniciales, pero los resultados de ocupación que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) no responden desde luego a las expectativas.
En el caso de los alojamientos de turismo rural, entre enero y marzo de este año se registraron 14.646 viajeros, apenas un 6,3% más que en el mismo período del año anterior, a pesar de que este año la Semana Santa cayó en marzo. Superan, en todo caso, a los 10.103 viajeros que llegaron a las casas rurales leonesas en los tres primeros meses de 2019, cifras anteriores a la pandemia.
Una familia madrileña consulta los mapas este puente en León.
Un dato a tener en cuenta es el descenso del número de turistas extranjeros en estos tres primeros meses del año en la provincia, a pesar del incentivo de la Semana Santa. Llegaron 822, casi cien menos que en el mismo período del año anterior. Una tendencia en contra del recorrido del turismo internacional en el conjunto del país, que ha registrado en los últimos meses niveles récord de afluencia.
Lo que sí se dejó notar en este primer trimestre del año en León fue el incremento de las pernoctaciones, y eso sí fue efecto sobre todo del puente de Semana Santa. Se incrementaron un 18% sobre los datos de 2023, hasta las 34.560 noches ocupadas. Son más de 5.000 por encima de las del mismo período del ejercicio anterior, y se colocan muy por encima de las de 2019, antes de la irrupción del covid.
En el caso de los apartamentos turísticos, según los datos oficiales (el sector denuncia que buena parte de la oferta es ilegal) se ha registrado un descenso de clientes. Entre enero y marzo de este año bajaron en 135 los turistas nacionales (fueron 5.818) y en 147 los extranjeros (apenas 468). Con todo, superan con mucho los menos de 2.300 en total de 2019. Redujeron también sus pernoctaciones (13.091 frente a un millar más en el ejercicio anterior).