Los dos pasos a nivel que le quedan a la capital leonesa gozan de buena salud

El momento de liberación que sintió el Crucero con el paso a nivel formará parte de los hitos urbanos y sociales de León; con el tiempo, cuando se ponga tierra de por medio y la distancia deje ver los acontecimientos con las gafas de la objetividad. La revisión desmitificará algunas apreciaciones, como que en Doctor Fleming se enterró el último pasa nivel de la capital leonesa; porque le quedan otras dos chinas en el zapato ferroviario que aprieta el pie al contorno leonés.

Dos cruces de otros tiempos en la estructura ferroviaria del siglo XI en la ciudad, la estructura que se expone como puntera y eficiente. Dos intersecciones que la hacen un hueco a Armunia en el mapa de la alerta, cuidado, trenes sueltos a la altura del tráfico rodado; o, cuidado, coches sueltos a la altura de los trenes.

La vida secreta de los encuentros entre el asfalto y los raíles ofrece episodios nutridos en esa esquina noroeste de la Armunia, donde la salida directa de esta población a las vías de alta comunicación que acordonan la ciudad está regulada por el paso intempestivas del tren, y requiere de un manejo que eleva de forma exponencial los riesgos de la seguridad vial. Un paso a nivel es, ojo, peligro, aunque se distinga con algunas alertas acústicas, balizas, señalización horizontal y vertical, barreras o semi barreras, que predican cautela para afrontarlo.

Uno de los dos pasos a nivel que le resta a la capital leonesa es una esquina rota junto al parque tecnológico de Oteruelo, que quedó entre los documentos olvidados por la sociedad León Alta Velocidad, ejemplo viviente de lo que se quedó sin hacer en toda esa versión futurista de los hechos que infló la integración fallida del ferrocarril en la capital leonesa.

Con el tiempo, el paso a nivel permanece, y la reforma estructural se recuerda por lo que no llegó a completar. Como en el resto de actuaciones, no faltó relato. Para quitar del medio el primero de los pasos a nivel que subsiste en Armunia se plantearon dos soluciones: paso inferior a la vía; paso superior al ferrocarril. Ahí sigue, dos décadas después de que el proyecto tomara altura, hasta hacer creer que León iba a convertirse a estas alturas de siglo en un parque temático de la movilidad y la permeabilidad del ferrocarril.

Queda otro ojo al tren en esta misma traza, conforme a la marcha que circulan desde León en sentido a Astorga, que da servicio al camino de acceso de las bodegas de Armunia.

Los dos pasos a nivel que sobrevivieron a la época del Crucero, cuando los trenes regulaban el tráfico rodado del oeste de la ciudad, no ofrecen visos de cambios a corto y medio plazo. Otra muesca para el debe de la estructura ferroviaria con el municipio de León, que nunca falta en el recuento de defectos en el mapa de las comunicaciones. Como con los cruces peligrosos en la red vial de tráfico, en León se opta por señalizar en vez de por corregir.

La estadística que ofrece el Gobierno atenúa las prisas que puedan tener el enclave de Armunia para quitarse de encima este lastre en los accesos en pleito con el perímetro del ferrocarril.

Son datos de Adif: La red ferroviaria en España cuenta con 2.919 pasos a nivel, en el mundo se eleva este dato al medio millón-, con dos tipos de señalización para su protección: la pasiva (señales verticales y horizontales de carretera y en la vía férrea) y la activa (protección pasiva más señales luminosas, acústicas y, en su caso, barreras que se activan con el paso de los trenes).

España cuenta con una media de 22,5 pasos a nivel por cada 100 km de vía, un valor que se encuentra entre los mejores Europa, por delante de países como Francia, Gran Bretaña, Alemania, Países Bajos, Italia, o Portugal, entre otros.

En relación con las tasas de accidentalidad, España está situada entre los mejores países de Europa, con menos de dos accidentes al año por cada millar de pasos a nivel, también por delante de los países antes relacionados.

Además en el último año, se programaron acciones de mejora en más de 1.000 pasos a nivel en la red ferroviaria convencional y de ancho métrico que supondrán una inversión de 17 millones de euros.

Con estos trabajos se aportará más fiabilidad a las instalaciones de protección de los pasos a nivel y una mejora en los índices de disponibilidad y la regularidad de la explotación ferroviaria, al tiempo que se actualizan las funcionalidades de los pasos a nuevas normativas. En ese paquete de mejoras para la mitad de los pasos a nivel de la red ferroviaria española no se localiza ninguno de los dos pasos de Armunia, últimos bastiones en la capital leonesa de una época que se dio por caducada hace 20 años.