Toda la verdad sobre la pelea que evitó un caso de violencia de género en un cine de León

Un boxeador leonés protagonizó una espectacular pelea en un cine de la capital el pasado miércoles al mediar para evitar que un varón cometiera supuestamente un episodio de violencia de género sobre su pareja, con la que estaba compartiendo la sesión de cine de las 8.00 de la tarde en una película infantil, Garfield. Se ha dicho y escrito de todo, pero el relato de los hechos, tras consultar varias fuentes, incluidas las policiales, es el siguiente.

Los hechos se han conocido a través de un vídeo que se ha vuelto viral en la redes, pero que recoge solamente una parte de lo ocurrido en el lugar de los hechos. La disputa comenzó cuando el agredido empezó a emplearse con gestos violentos sobre su compañera sentimental y la emprendió a empellones con ella, en uno de los cuales golpeó a una de las niñas que se encontraba en los asientos colindantes.

Un espectador, que profesionalmente es boxeador, llamó la atención al agresor, con el que comenzó un intercambio dialéctico en el que el deportista trató de hacerle ver la necesidad de deponer su actitud, sin pasar a palabras mayores. Sin embargo, el agredido se encaró con el boxeador y comenzó a increparle, circunstancia que provocó que se produjera un cruce de palabras.

En ese momento, según se puede apreciar en el vídeo en cuestión, el púgil llamó la atención al agredido, al que advirtió de que podía causarle daños mayores, pese, a lo cual el otro implicado continuó en su actitud.

Vistas las cosas, se produjo un primer conato de agresión, ante el cual la víctima continuó increpando al boxeador y le conminó para que comenzaran a pelear. En ese momento, el deportista la emprendió a puñetazos con el causante del problema, y posteriormente le propinó un rodillazo en la cabeza que le dejó sin sentido.

No se ha producido denuncia por los hechos, en torno a los cuales podría haber ya una investigación abierta en la fiscalía de menores por los daños sufridos por la niña que se encontraba viendo la película. 

En el entorno del agresor existe el miedo a que el deportista pueda perder su licencia profesional, a pesar de que actuó en todo momento en defensa de la mujer y para tratar de evitar que se produjeran males mayores. 

No obstante, el reglamento federativo estipula que los profesionales que se vean implicados en sucesos de estas características pueden ser objeto de un expediente disciplinario, si bien numerosos testigos están dispuestos a contar que el varón agredido increpó en reiteradas ocasiones a su agresor para que explotara y que este lo hizo siempre buscando el beneficio de la mujer que estaba siendo víctima de su propio marido.