NURIA GONZÁLEZ
RECTORA DE LA UNIVERSIDAD DE LEÓN
«No podemos pensar sólo en el estudiante local, competimos a nivel nacional con el resto de universidades»
Nuria González se ha convertido en la primera mujer al frente de la Universidad de León tras una arrolladora victoria frente a sus dos candidatos, lo que evitó ir a la segunda vuelta. Mañana citará a su equipo de gobierno para ponerse a trabajar en la hoja de ruta que marcará sus líneas de acción. Habla con energía y la seguridad de quien quiere marcar un antes y un después en la institución leonesa.
—¿Qué espera conseguir al frente de la Universidad?
—La participación de toda la comunidad universitaria en la toma de decisiones, que las decisiones sean consensuadas y dialogadas y sobre todo pretendo posicionar a la Universidad de León como referente a nivel nacional y a nivel internacional.
—Ha conseguido romper dos tendencias la tradición de que el candidato continuista no gana y el hecho de ser mujer.
—Siempre he dicho que las estadísticas o las tendencias están para romperlas. Es cierto que la historia decía que siempre había alternancia en el poder cada ocho años, pero con el proyecto tan ajustado a las demandas de la comunidad universitaria he conseguido romper esa estadística. Y como ya he dicho otras veces ser la primera mujer en llegar al Rectorado de la Universidad de León es un orgullo. Creo que he llegado aquí, no por ser mujer, sino por mi trabajo, el trabajo de mi equipo, también por nuestro esfuerzo y nuestras capacidades. Si ayudo de alguna forma a romper algún techo de cristal y ser un referente, orgullosa de hacerlo.
—¿Considera que el programa participativo ha sido clave?
—Creo que sí, que ha sido la clave, es decir, haber hablado con tanta gente, escuchando sus propuestas, escuchando sus ideas y sus iniciativas y haberlas reflejado en el programa y que cada uno pudiese ver que se reflejaba aquello que había demandado ha sido fundamental.
—¿Qué le dijo Juan Francisco García Marín cuando la felicitó?
— Estaba muy, muy contento y yo creo que él considera que el legado que deja, que es muy importante, está en buenas manos.
—Desde el principio dijo que sólo habría una vuelta. ¿Por qué estaba tan convencida de que podría vencer a los dos candidatos de Derecho?
— Yo he trabajado mucho, llevo meses trabajando en esto, trabajando en el programa, trabajando con el equipo. Y la verdad es que las sensaciones eran buenas. Siempre fui prudente y dije que las urnas tenían que hablar y la comunidad universitaria tenía que decidir. Pero el equipo ha trabajado para ganar en primera vuelta y así ha sido.
—Está pendiente las reclamación judicial de Teresa Mata porque insiste en que usted no cumple con los requisitos para ser rectora.
—Estoy tranquila. Nunca he dudado que cumplo los requisitos. Mi hoja de servicio lo dice claramente: tengo los años de gestión que exige la Losu. Y ahora tengo la tranquilidad de que la comunidad universitaria ha hablado y que quieren que sea rectora.
—¿Cómo valora que ni Juan José Fernández ni Teresa Mata subiesen a felicitarla, algo que es una tradición no escrita?
—Me sorprendió, pero quizá sea otra muestra más de su comportamiento. Es cierto que varios miembros del equipo de Juan José Fernández vinieron a felicitarme, pero ninguno de los dos candidatos lo hizo personalmente ni por otros medios.
—¿Ha sido una campaña sucia?
—Yo tenía una agenda de campaña muy marcada, con el inicio del anuncio de la candidatura, la apertura del proceso participativo y luego el inicio de campaña. Yo tenía también claro cómo quería que fuese ese acto para toda la comunidad universitaria. Me he dedicado a trabajar y a hablar con la comunidad universitaria.
—Los estudiantes, al igual que con Marín, han reforzado su victoria ¿cómo se consigue llegar a ellos?
—Escuchándolos no hay otra fórmula. Nos hemos reunido con las delegaciones de estudiantes, con colectivos, con asociaciones. Ha sido clave y, además, se ha puesto de manifiesto que los estudiantes no sólo valoran las espichas, valoran algo más.
—Los otros dos candidatos apostaban porque las espichas regresasen al campus.
—Yo me he comprometido con los estudiantes a encontrar un modelo de fiesta universitaria ajustada a sus demandas y al orden y a la responsabilidad del equipo de gobierno. Aquellas fiestas multitudinarias sin control es lo que no se puede hacer en el campus. De hecho, se están haciendo las fiestas patronales de las facultades y no hay problema, con un horario y orden. La cuestión eran aquellas espichas multitudinarias donde la mayoría no eran universitarios y con problemas de control y de seguridad.
—Ha ganado también en los dos estamentos de profesorado. Sólo le ha faltado el PTGAS.
—Sí aunque sólo por 18 votos. El profesorado está contento con los planes de estabilización y de promoción que se han hecho en los últimos años. Miguel Ángel Tesouro va a seguir al frente del vicerrectorado y eso al colectivo de profesores le da tranquilidad.
—¿Y el PTGAS?
—El PTGAS es un colectivo reivindicativo, que siempre quiere el cambio. La verdad es que hemos tenido casi la mitad de los votos y estamos contentos. Vamos a atender sus demandas, por supuesto.
—¿Qué valora de la herencia que le ha dejado en Marín?
—El legado de Marín es extraordinario. Bajo su liderazgo la Universidad de León ha mejorado en todos los ámbitos, hay más proyectos internacionales, de investigación, mayor oferta académica... La alianza europea Eureca Pro y ha logrado ser una de las universidades más transparentes. Por tanto, es un legado extraordinario que pienso cuidar, mantener y aumentar.
—¿Cuáles serán las principales líneas de su mandato?
—Diálogo, consenso, cercanía e innovación en las decisiones. Sobre todo que todo el mundo se sienta bien tratado, vengan de donde vengan.
—Ha hecho historia por ser la primera mujer rectora. ¿A mayores por qué le gustaría que la recordasen?
—Me encantaría que me recordasen por ser la rectora que ha traído el grado en Medicina para la Universidad de León.
—También va a estrenar el mandato de seis años. Durante la campaña ha apuntado una posible rendición de cuentas. ¿Cómo lo va a hacer?
—Eso lo incluiremos en los estatutos, que es de las primeras medidas que vamos a tomar. Lo tenemos que valorar con el con el equipo, ver también qué se puede hacer y qué no.
—Después de que el candidato Juan José Fernández se dirigiese a usted como hija, cariño y señorita, ¿qué cree que debe hacerse para erradicar estas conductas de la Universidad?
—Creo que la sociedad está evolucionando y la universidad también debe hacerlo. Hace unos años eran conductas aceptables, ahora mismo no lo son y tenemos que trabajar para que no existan en nuestra universidad. ¿Cómo lo vamos a hacer desde mi equipo? Ya estaba pensado, antes de que el profesor Fernández actuase así, crear un Vicerrectorado de Inclusión, Igualdad y Proyección Social que se ocupará no solo de estas conductas, sino también de la igualdad de oportunidades y la inclusión.
—¿Cuál será el siguiente paso para conseguir Medicina?
—Retomar la memoria y entrevistarme con la consejera cuando sea investida. Habrá que explicar con firmeza y con tesón, y con justificación realmente, la necesidad del grado en Medicina, pues está basada en la demanda de profesionales y de los estudiantes.
—¿Más allá de Medicina, ¿cuál será su primer reclamo?
—Una de las cosas que hay que reclamar de forma urgente es financiación para los con la carrera horizontal y vertical del PTGAS que llevan años pidiéndola.
—¿Cómo se puede ajustar la Universidad a la demanda social?
—Tenemos que adaptar la oferta a académica a las necesidades del mercado laboral y de la sociedad. Quizá los grados son menos flexibles y cuesta más. Vamos a intentarlo en los másteres y ahora tenemos una herramienta que son las microcredenciales que nos permiten esa adaptación de la formación que demandan las empresas. Son muy flexibles y acordes a los intereses de la empresa.
—¿A qué reto se enfrenta ahora la Universidad de León?
—Ahora lo fundamental es adaptar los estatutos y los reglamentos a la Losu. Hay mucha carga burocrática y jurídica por delante. Tenemos que empezar por ahí.
—¿Cómo podemos relanzar la investigación y a los investigadores?
—Tenemos que cuidar la cantera. Es importante que nuestros jóvenes en formación investigadora se sientan respaldados por su universidad. Vamos a incrementar el programa propio de ayudas predoctorales y vamos a poner en marcha uno nuevo de ayudas postdoctorales para intentar retener aquellos investigadores que acaban la tesis y que quieren quedarse en León.
—¿Cuál será su primer línea de acción con los estudiantes?
—Una oferta académica adaptada a las demandas del mercado laboral. Y a las demandas sociales; fomentar e impulsar esa inserción laboral y sobre todo también el emprendimiento, que contarán con un vicerrectorado. Tenemos que canalizar a esos jóvenes que tienen ideas, hay que ayudarles desde la universidad a ponerlas en marcha. Y también de alguna forma, que tengan una vida activa, una vida de comunidad universitaria en el campus. Yo creo que la Casa del Estudiante va a ser un pilar fundamental para ello.
—La casa del estudiante ha sido una de las grandes protagonistas de la campaña.
—En esa casa del estudiante van a poder convivir estudiantes de diferentes titulaciones. Van a tener espacios para comer, salas de trabajo y de estudio. Como en el resto de las universidades será una casa para que los estudiantes disfruten y convivan.
—¿Tiene que haber más vida en el campus?
—El estudiantado tiene que tener una buena oferta de actividades culturales y deportivas. Es decir que los estudiantes se sientan parte de la universidad de león y no vengan solo a estudiar.
—¿Qué tiene que hacer la Universidad de León para crecer?
—Contar con una oferta académica ajustada a las necesidades del mercado laboral y de la sociedad sin ninguna duda. Al final estamos compitiendo a nivel nacional con todas las universidades y no podemos ser una universidad que piense solo en los estudiantes locales. Está bien, que vengan los estudiantes de la provincia, pero necesitamos atraer a estudiantes de toda España por la calidad de nuestras titulaciones y por la el alto grado de inserción laboral que tienen nuestros estudiantes.
—¿Cómo le gustaría que fuese la Universidad dentro de seis años?
—Un referente a nivel nacional e internacional, que siga escalando posiciones, en los rankings y, sobre todo, me preocupa que la comunidad universitaria esté contenta; me preocupa el bienestar de la comunidad universitaria, que todos vengan contentos al campus, con ilusión.