El tramo leonés de la A-6 pide a gritos el tercer carril

Los usuarios del corredor de la sexta relatan la aventura que enfrentan en los tramos leoneses de estas dos vías; y la elección entre carriles, a cada cual en peor estado. Circular por los tramos leoneses del corredor de la sexta es una odisea, que el usuario resuelve entre una alternativa poco atractiva; la inestabilidad a través de los remiendos y pegotes de firme del carril derecho, o la incertidumbre del interior, que según los trechos a veces es una solución más peligrosa. La tercera salida del corredor de la sexta en León es salirse de la autovía A-6 y seguir trayecto por la N-VI, con un firme abierto en canal y carne viva, según; también en tramos que resultan vitales para la movilidad local, el tránsito que da servicio a los polígonos industriales de la zona, o la conectividad entre carreteras comarcales en los márgenes de esta arteria central que conecta Galicia y Madrid.

El corredor de la sexta en la provincia de León ofrece pasajes idénticos al escenario que compartió durante años la A-66, que mantiene a la provincia leonesa como ejemplo del deterioro de las estructuras de la comunicación. Hay trechos que corresponden al itinerario que separa La Bañeza de Astorga, o más al oeste, aún en la vertiente este del puerto del Manzanal, en los que el reto es mantener la circulación sin incidencias para la seguridad vial, entre la inestabilidad del firme, los baches y las arrugas de la capa de rodadura. A las zonas más afectadas por el desgaste de esta vía principal para la conexión del noroeste en la provincia de León no ha llegado aún la solución dispuesta por el Gobierno para revocar escenarios apocalípticos, que han supuesto la rehabilitación de firme y reposición de capas de la A-6 en la provincia de León, al sur de León, incluso, entre Benavente y el límite de la provincia de León. Llegó a disponerse en el boletín oficial u asignación económica para extender la reparación de defectos hasta Astorga, aunque la cuantía, de más de nueve millones de euros no parece suficiente para estirar la renovación del tramo consignado.

Los intervalos más afectados por los daños en el corredor de la sexta en León esperan soluciones como las programadas entre Villafranca del Bierzo y Lugo, y otros paréntesis que llegaron a calentar debates intensos en el Congreso de los Diputados, a cuenta de una sensación de declive que domina a lo largo de todo el recorrido por la autovía A-6, a excepción de los trechos en los que se ha ejecutado una reforma del firme.

La sucesión de baches y firme inestable ofrece al usuario un paralelismo con la sensación de inestabilidad que a lo largo de varios años persiguió a la circulación a través de la León-Benavente, que se llegó a hacer célebre por convertirse en la primera autovía a la que le sobraban dos carriles de circulación. En ese trance se encuentra ahora la A-6, que pide un tercer carril para dar seguridad al usuario.