Entrevista al subdelegado del Gobierno en León
Faustino Sánchez:«Para con Dios, hay que tirar del carro; el Gobierno solo no basta para sacar a León adelante»
El sanchismo leonés se jubila. Otro sanchismo fue posible en León. El de Faustino Sánchez, que cierra este domingo seis años como subdelegado en la provincia leonesa. Sale por jubilación, contra el pronóstico de los que vieron en su nombramiento la flor de un día de 2018, fruto del que creían efímero regreso del socialismo a La Moncloa. Faustino Sánchez, de izquierdas, de consenso y sincero: «León necesita más apoyo»
Editorial: Herencia política de primer nivel
—Deja el cargo de subdelegado por jubilación, contra todo pronóstico.
—Este Gobierno surgió de una moción de censura, luego lo ratificaron dos elecciones generales; lo que inicialmente se podía suponer para unos meses, ha tenido una continuidad de seis años.
—¿Se recuerdan más los sinsabores, los malos momentos?
—Yo creo que los peores momentos de este desempeño vienen relacionados por la pandemia, sobre todo cuando la primera ola afectó de forma severa a todos los órdenes, sanitario, económico o social. Tengo que decir que fue una lección de colaboración y de buena disposición por parte de las administraciones, de colaboración generosa entre todos; desde la universidad a los colectivos o asociaciones que desde el anonimato echaron el resto en beneficio del bien común. También, la crisis de Vestas fue un momento muy complicado, recién estrenado el cargo.
—De aquella crisis surgió algo positivo, ¿cómo lo ve con la perspectiva del tiempo?
—Fue algo muy preocupante, y como se sabe el Gobierno de España se volcó desde el primer momento para tratar de revertir la situación; con el compromiso de la ministra Maroto, de la delegada de entonces, Virginia Barcones, se pudo presentar una alternativa que ahora está dando sus frutos en el desarrollo de Villadangos. Un momento complicado, sí, que se superó con la colaboración de las administraciones.
—¿Qué se ve desde la subdelegación del Gobierno que no se vea a pie de calle?
—Tenemos una presencia transversal en todo lo que sucede en la provincia; la subdelegación de Gobierno está a pie de obra y palpa el ambiente ciudadano, con la colaboración de las fuerzas de seguridad, también desde el resto de estratos administrativos que nos competen. Pero sobre todo, con la línea directa y la puerta abierta y el contacto constante con los alcaldes leoneses, los 365 días al año, las 24 horas del día.
—Si en algo está todo el mundo de acuerdo en León es que Faustino Sánchez es un hombre de acuerdos. ¿Cuesta en medio de este momento de choque de fallas tectónicas y castilletes ideológicos?
—A ver, yo creo en el diálogo, como herramienta y como fin. Siempre digo que la razón no es de todos al 100%, o a lo mejor no tanta como todo el mundo cree. Hay que buscar puntos de acuerdo, siempre, y eso he tratado desde esta función desde que se me encomendó. Pero tengo que decir que en León esa crispación que parece general y extendida aquí no la he encontrado; al contrario, siempre disposición al entendimiento por todas las partes, y más entre administraciones.
—¿Lo del socialismo le viene de lejos?
—Sí, sí; yo soy rojo, soy de izquierdas desde la cuna; mi abuelo materno fue minero, herrero en Mieres; en la Universidad, me tocó esa época de bullicio de paso de la dictadura a la transición, de ratificación de esa conciencia social; y cómo médico, en la representación sindical y progresista desde la UGT.
—Los políticos suelen coincidir en la expresión de que siempre se está a la orden de lo que mande el partido. ¿Le queda la duda por no desempeñar un cargo de elección, en otro estamento administrativo?
—A ver, llegué a la subdelegación por la casualidad de la política; ni lo busqué ni lo rebusqué; me lo ofrecen porque se entendió que en ese momento podía ser aceptado por las diferentes sensibilidades que aúna el Partido Socialista. Y no, no echo en falta otras aventuras. La política me seduce como debate, por posición y compromiso; no tengo ambiciones por cargos electorales.
—Estamos en medio de los ejercicios de menor inversión en León. ¿Como lo explica frente a esa situación social y económica que atraviesa el territorio?
—Veníamos de una situación de actividad económica importante por la relevancia de la minería, que se agotó por decisiones impuestas desde estamentos europeos. Sustituir eso no es fácil; ni lo es ni lo ha sido. Creo que León se merece que España tenga con los leoneses el trato por la deuda contraída con León, por lo que contribuyó León desde la minería al desarrollo de otras zonas de España. Pero creo que sí que hay presencia inversora del Estado en este momento, porque están las estructuras, la variante, que es una esfuerzo inversor que se ha mantenido durante dos décadas; la segunda vía del AVE, el apoyo con una gran implicación inversora en empresas como Tevitec o NSR; o qué decir de los regadíos, que aglutinan una transformación importantísima a nivel territorial y económico en el sector primario. Ahora respondo. ¿Que no es suficiente? Sí, no es suficiente, estoy de acuerdo.
—Dijo uno de sus predecesores en el cargo, no sabéis lo difícil que es lograr una inversión para León. ¿Suscribe?
—No es fácil. Hay necesidades en toda España; no somos los únicos en una lista de necesidades de avances. Hay gente que puede no ver adecuada esa tendencia a mirarnos el ombligo. No sé si es acertada esa expresión. Pero de lo que no hay duda es de que las mayoría de las reivindicaciones son justas. Pero mire, mi madre siempre me decía que para con Dios, hay que tirar del carro. Y es verdad. Y así con el desarrollo de León. No basta con el Gobierno solo para llevar esto adelante. La sociedad leonesa sí debe esperar más de las administraciones, pero hay que tirar. A los responsables políticos que nos aguijoneen para reclamar a las entidades superiores las necesidades. Hemos salido de un periodo de pandemia que ha llevado a una crisis económica desde una crisis sanitaria. Merced a los fondos europeos han amortiguado los efectos de esta crisis, que prácticamente paralizó todas las empresas. Todo mundo colaboró para sacar la situación adelante. Con eso digo, las necesidades son muchísimas, y que se agravaron en las últimos años con una profunda crisis económica. Y esta situación de León ratifica esta postura. Pido a la sociedad leonesa que nos estimule para exigir soluciones a las administraciones superiores, pero no esperemos que la administración va a solventar ella sola los problemas. Apelo al carácter inversor de los leoneses y de todos los que quieran que esta tierra encuentre oportunidades para su desarrollo.
—¿En qué se ha manifestado el gobierno central?
—Hay ahora actuaciones del ministerio de Defensa, fuertes inversiones en torno a los destacamentos de artillería con presencia en León; inversiones muy importantes para el futuro de la defensa nacional, pero también para el futuro de la industria nacional y para el empleo y la empleabilidad en León; las fuertes inversiones en el mando de artillería en Astorga con más de 700 millones; o que la unidad Militar de Emergencias haya decidido establecer la Udrume, la unidad de drones, en torno a León, que supone más de 300 millones de euros de inversión y en alta tecnología, y dotación de personal, es una apuesta clara por León; o las inversiones del Incibe que conllevan aumento de inversiones, de empleo, de empleo de alta cualificación, con la mayoría de trabajadores empleados están formados en las ingenierías de la Universidad de León. Son apuestas de futuro importantes para León.
—Hace cuatro años, se sentó en la primera mesa por León. ¿Que pasó después?
—... La mesa por León fue un fracaso colectivo. (Vuelve a tomar tiempo para la respuesta) Vi desde el comienzo que había reticencias, desconfianzas, de todos. El fracaso fue colectivo; de todos. No sólo de las administraciones. Por eso digo lo que para con Dios hay que tirar por el carro. Y no se puede esperar que lo haga todo el Estado, y cuando digo estado no me refiero al Gobierno central; digo las administraciones autonómica o lo que competa a las provinciales o locales en su medida. Las administraciones deben crear las condiciones adecuadas, para la inversión que tiene que tener con compromiso por parte de emprendedores, empresas. Quien planta, quien riega no es el estado; pero las administraciones han creado las condiciones para que León sea el lugar de España con más superficie modernizada.
—Por su experiencia, por lo que ha visto estos seis años, ¿por dónde comenzaría una actuación capaz de revertir la situación actual de León?
—Hay muchas actuaciones pendientes en infraestructuras; pero yo si tuviera que destacar una que parece determinante, en este momento, en la que ya se han dado pasos para el primer cimiento, yo destacaría el núcleo ferroviario del Manzanal; yo lo pondría como prioritario, porque nos permitiría consolidar el noroeste español, la provincia de León, como nudo de mercancías, permitiría un tiempo razonable para viajeros y mercancías, y permitiría el desarrollo del Bierzo que le ha dado tanto a España como el resto de las zonas mineras de León; hay una deuda pendiente con todas. El ministro Puente dio el paso inicial en el cargo con la decisión de llevar adelante esta actuación. Reconozco que es la primera zanja que hay que acometer. Habría otras, pero si me pide que destaque una, lo hago por su relevancia.
—¿A qué va a dedicar desde mañana el tiempo libre?
—Primero, apagaré ese teléfono que he tenido siempre estos seis años conmigo para estar al tanto de todo lo que necesitaba León. Creo que lo principal será dedicar más tiempo a mi familia, a mi mujer, y seguro que habrá tiempo para viajar. Y espero tener salud para disfrutarlo.