La macro-obra de 5,1 M€ en las vías de Villaquilambre, pendiente de 3 hectáreas
La supresión de tres puntos negros espera que Adif selle las expropiaciones los días 28 y 29
Han pasado 18 años desde que Villaquilambre comenzó a reivindicar una solución para los puntos negros del tren en el municipio, cinco desde que se anunciaron los proyectos y siete meses desde que por fin se logró adjudicar la macro-obra que evitará el atragantón diario de más de 7.000 vehículos que se ven obligados a cruzar las vías en la calle de El Cuco de Navatejera.
Unos trabajos que efectuará la empresa zaragozana Marco de Infraestructuras y Medio Ambiente S.A. (Mainsa) por 5,1 millones y que están pendientes de comenzar desde que el pasado mes de octubre la empresa ganó el concurso. Lo harán en cuanto se solventen las últimas expropiaciones, que afectan a casi tres hectáreas.
El trámite ya está cerca, porque los responsables del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se desplazarán los próximos días 28 y 29 de mayo a Villaquilambre para sellar con los propietarios de 49 fincas ese ‘mordisco’ necesario para los trabajos que comerá un 17% en conjunto a sus terrenos de 12,3 hectáreas.
Según fuentes ferroviarias, la firma de las expropiaciones despejará el camino para que arranquen las obras. La idea es cerrar los pasos de Jesuitas, Huergas y La Cerrada, construir un vial interior paralelo a la avenida de La Libertad y un subterráneo. El proyecto especifica que el tráfico del cruce de Jesuitas, que conecta la avenida de la Universidad y la calle El Cuco, se desviará a la nueva carretera interior hasta Las Huergas, donde se habilitará un paso inferior en la calle El Retiro, al que también se derivará el tráfico de La Cerrada.
También serán necesarias tres rotondas distribuidoras de la circulación al clausurarse los pasos peligrosos sobre las vías. Una se situará en la intersección de la calle El Cuco, cerca del paso bajo la N-621 (ronda Este a la entrada de Nava), otra a la altura de Las Huergas y la tercera en la avenida de La Libertda.
Los puntos negros de Jesuitas y La Cerrada están ahora protegidos con semi-barreras, señalización lumínica y acústica, mientras Las Huergas dispone de señalización fija y luminosa y escasa afluencia de circulación rodada.
Los tres cruces se eliminarán tras años de protestas, y los vehículos que hasta ahora deben atravesar los raíles en esas tres zonas podrán evitarlo cuando funcione la nueva carretera que conectará los tres puntos negros a la derecha de las vías.
La historia de la brecha del tren en Villaquilambre empezó a coserse en 2006, cuando el Ayuntamiento y la empresa Feve suscribieron un acuerdo de dos millones de euros para resolver los trece pasos a nivel que existían entonces en los seis kilómetros de trazado del municipio y que fueron señalados con diversa prioridad según su grado de peligrosidad. No todos los proyectos avanzaron por igual y cuatro quedaron atascados. Los tres que se solventarán de un tirón ahora y el de El Ejido, presupuestado en un millón de euros y pendiente de acometer. En este último se han sucedido numerosos siniestros e incluso falleció en 2010 una mujer de 29 años al ser arrollado su vehículo cuando cruzaba las vías sin barreras. Se trata de una zona por la que cruzan 240 vehículos al día.