San Andrés recibe 10.000 € por el semáforo de la N-120 mientras el vial sigue cerrado
El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ha recibido 10.000 euros de indemnización por el semáforo que derribó un conductor el pasado 9 de diciembre en la N-120, en el cruce hacia Trobajo del Camino. Una intersección que lleva cortada desde hace siete meses y sin visos ya de arreglarse, porque el equipo de Gobierno explicó que esperarán a que se resuelva con las obras de construcción de la glorieta prometida por el Gobierno central.
El dinero procede del seguro del accidentado y la «inacción» para solventar desde diciembre el giro hacia la localidad más poblada de San Andrés del Rabanedo desde la curva de la N-120, donde se sitúan las gasolineras más cercanas al polígono industrial ha sido criticada por el PP.
También ha traído consecuencias para el Camino de la Cruz que une Trobajo con La Virgen del Camino. El vial se ha convertido en la alternativa de gran parte de los conductores, que prefieren ese atajo de 750 metros, antes que bajar hasta la rotonda de Oteruelo y volver a subir por la nacional para enfocar la avenida de Párroco Pablo Díez. La sustitución del semáforo al chocar contra él un vehículo, se ha dilatado en el tiempo para disgusto de muchos usuarios, que ya han expresado sus quejas. El Ayuntamiento de San Andrés, encargado de resolver la situación, se encontró primero con la «falta de stock» de reguladores del tráfico de ese tipo en las instalaciones de la adjudicataria de mantenimiento. La solución se fue demorando por la ausencia de recambio, ya que dos semanas antes de ese accidente de diciembre ya se había producido otro siniestro que también arrancó la red semafórica triple de la zona. En esa ocasión, la empresa pudo reponer los reguladores para vehículos y peatones, valorados en 3.000 euros.
El equipo de Gobierno se planteó después reabrir el cruce hacia Trobajo reutilizando un semáforo similar que estuviera casi sin uso en otro punto del municipio y más tarde pensó en sacarlo a licitación por 15.000 euros para no agotar todo el presupuesto de la empresa de mantenimiento para San Andrés. Todo ello ha quedado en saco roto y la última decisión es ‘aguantar’ al inicio de los trabajos de la rotonda que regulará el cruce.