Torneros se diluye sin la promesa de los talleres de Renfe y las mercancías de Adif

Los datos de Villadangos interfieren en el relato oficial que arropa el abandono del proyecto de Torneros, basado en la falta de demanda de sueño, de interés de empresas en radicarse en ese emplazamiento. Contra el discurso reciente de responsables gubernamentales en torno a las «dificultades» de Sepes para encontrar empresas y proyectos decididos a ubicarse a la sombra de la que iba a ser la gran plataforma logística de León, está el registro del recinto del polígono paramés, que colocó el cartel de completo en la primera fase y lleva un alto porcentaje cubierto en la segunda, aún en urbanización. A la falta de respuesta eficaz con el suelo de Torneros contribuye la inhibición de las empresas públicas ferroviarias, principales demandantes de terreno en esta zona, con la renuncia explícita a trasladar a este punto los talleres ferroviarios y la alternativa para desplazar clasificación de mercancías, según dejó definido el proyecto de León Alta Velocidad.

Los primeros demandantes de suelo en Torneros son dos sociedades públicas dependientes del Ministerio de Transportes a las que correspondía ocupar con actividad medio millón de metros cuadrados, dedicados a un soporte para la terminal de contenedores, además de un nuevo recinto moderno y dimensionado para dar futuro a la base de mantenimiento y reparación de trenes, anclada en dos puntos diferentes y dividida según la dedicación de motor y remolcado, acometida ahora por la urgencia del deterioro y la falta de carga de trabajo.

El tren fue el elemento esencial que engendró Torneros en los procesos administrativos que le dieron a luz antes de que el modelo de la terminal leonesa fuera replicada en el centro de la península, a ciento cincuenta kilómetros vía abajo, tal y como se expone en el proyecto que se ejecuta ahora cerca de la capital castellana de Valladolid. La inacción del Gobierno con Torneros se ratifica con el abandono de esa promoción pública que implicaba centralizar actividad al sur de la capital leonesa, para ejercer de elemento de tracción y atracción para el nuevo emplazamiento logístico, que hasta hace tres años figuraba en casi todas las previsiones de inversión y futuro en la provincia leonesa.

Ya no. Torneros se excusa en las conversaciones políticas, y se borra de los debates, con la demostración implícita de que el anuncio de hace dos años para la urbanización del recinto no va a llegar a hacerse realidad. Tampoco el germen ferroviario que ejercía de palanca.