Cerrar

La Junta reta al alcalde de León a revisar el modelo de gestión compartida de los colegios tras su dejadez

La Consejería de Educación decide afrontar la reforma ante la «inacción» del alcalde y este insiste en que no es su competencia

Protesta de los alumnos de Infantil de La Palomera a finales del mes de mayo . RAMIRO

Publicado por
A. Calvo
León

Creado:

Actualizado:

La Junta de Castilla y León será la que asuma la ejecución de las mejoras del edificio de Infantil del Colegio de La Palomera, aunque ya advierte de que una vez esté hecha la actuación «reclamará al Ayuntamiento de León los fondos que haya invertido en financiar arreglos cuya competencia es, indiscutiblemente, municipal». La comunidad educativa del centro, que ha sido constante en su reclamación a ambas administraciones, gana así la batalla para los más pequeños del centro que ahora conviven con techos caídos o a punto de caer por las humedades y hormigas y cucarachas, entre otras problemáticas del edificio.

Pese a todo, tanto la Consejería de Educación como el Ayuntamiento se mantienen en sus trece y no ceden en seguir enfrascados en la discusión sobre de quién es competencia tener en perfectas condiciones los colegios de la red pública que ven como curso tras curso sus instalaciones van deteriorándose. Un informe elaborado por la Junta de Personal Docente de León puso hace tan sólo una semanas de manifiesto que los 17 colegios de la capital leonesas están en un estado deplorable. El que no tiene goteras necesita cambiar las ventanas y el que no tiene el patio lleno de socavones, con el consiguiente peligro que esto supone para los niños. Todo sin entrar en detalles de cómo están los baños o los desconchones que afean las instalaciones.

La Junta se escuda en la ley orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, que en su disposición adicional decimoquinta establece que «la conservación, el mantenimiento y la vigilancia de los edificios destinados a centros públicos de Educación Infantil, de Educación Primaria o de Educación Especial, corresponderán al municipio respectivo» y que de igual forma queda recogido en el artículo 25 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases de Régimen Local y añade la sentencia del Tribunal Supremo 4445/2021. El alcalde, José Antonio Diez, por su parte, también señala que existen sentencias del Tribunal Supremo a su favor. La Junta señala que actuará «subsidiariamente con carácter de urgencia» de los arreglos que precisa el colegio leonés ante la «innación» municipal tras remarcar que asume los arreglos porque «el bienestar de toda la comunidad educativa es prioritario». Una cuestión que finalmente, puede derivar en un enfrentamiento judicial entre ambas administraciones.

«El hecho de que la Junta asuma definitivamente sus competencias es una buena noticia, aunque evidentemente tarde», respondió ayer el alcalde tras saberse que la Junta y la Consejería de Educación asumirían las mejoras en La Palomera después de que la Ampa enviase varias misivas haciendo referencia a «la dolorosa» situación del edificio de Infantil, la última de ellas al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

La Junta señala que va a requerir al Ayuntamiento de León «que cumpla con sus competencias y arregle el tejado» y el alcalde le recuerda que esta situación ya se vivió en los colegios Ponce y San Claudio, donde la Consejería de Educación también ejecutó las mejoras que precisaban ambos colegios. «La Junta sigue sin distinguir lo que es mantenimiento de inversiones de reposición. Estoy seguro de que esta reivindicación desde la Alcaldía no sea necesario hacerla curso tras curso y asuman definitivamente cuáles son sus competencias», respondió con ironía José Antonio Diez para recordar a la Consejería de Educación que son «múltiples las obras que tiene que hacer en los colegios de León; no me gustaría tener que recordárselo año tras año. La propia Ampa a quien reclamó esta inversión en primer lugar fue a la Junta y eso también lo tienen que tener en cuenta».

Los niños, los perjudicados

Cuál es el límite. Ahí está el fondo de la cuestión que afecta a los colegios leoneses. Si no se hace un mantenimiento correcto, los edificios se deterioran y, finalmente, es necesario hacer una obra mayor. ¿Hasta dónde debe hacerse el mantenimiento de unas instalaciones construidas hace más de cuarenta años en la mayoría de los casos? Tanto la Junta como el Ayuntamiento no hacen más que lanzarse la pelota de un tejado a otro y recurriendo al manido refrán, unos por otros, la casa donde los niños pasan gran parte del día está sin barrer. Son los niños los más perjudicados ante esta situación en la que las dos administraciones no logran ponerse de acuerdo para mejorar las instalaciones de la red de colegios públicos, que están siendo los más castigados en los últimos años, al ver curso tras curso como sus instalaciones envejecen y deterioran. Desde la Junta de Personal Docente abogan por un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de León y la Consejería de Educación en el que se apueste realmente por mejorar los colegios, por invertir en educación y asumir responsabilidades, cuestiones que se enseñan en las aulas pero que los dirigentes políticos sólo sacan a relucir en momentos concretos, sobre todo durante las campañas electorales.

Las claves

La diferencia. Son competencia de la Junta de Castilla y León las obras RMS, es decir, mejora, reforma y sustitución, además de la construcción y la obra nueva con puesta en funcionamiento. Por otra parte, es competencia municipal, la conservación, el mantenimiento y la vigilancia de los edificios. Unos límites un poco difusos a los que se agarran las dos administraciones.

Los colegios y las familias. La comunidad educativa, con las familias y los docentes, son los que dan la batalla, los que sacan los colores a las administraciones para que finalmente asuman sus responsabilidades y mejoren las instalaciones educativas. Así ocurrió en el San Claudio y así lo ha conseguido La Palomera. Manifestación tras manifestación, protesta tras protesta han conseguido que en ambos casos la Junta se haga responsable de la obra para mejorar las condiciones en las que se dan clase.