León ensayará el corte de Ramón y Cajal con el cambio de sentido de Renueva y Suero

No se sabe cuándo todavía, pero la apertura del nuevo sector urbano de la estación de Feve desencadenará un efecto colateral en todo el tráfico del entorno. La entrada en el mapa viario de los 10.000 metros cuadrados, reservados hasta ahora como un islote, abrirá una puerta por la que el Ayuntamiento de León aprovechará para reordenar la circulación vial que transita desde los barrios del norte hacia el centro o que pretende cruzar al lado opuesto de la ciudad, cada vez más limitada por las peatonalizaciones. 

Desde la calle Renueva se podrá cruzar en línea recta hasta San Marcos por Suero de Quiñones, un movimiento que ahora sólo se permite en sentido inverso. Como consecuencia, se descargará parte del paso por Ramón y Cajal, donde el gobierno municipal valora rematar la estrategia con la supresión del tránsito de los vehículos junto a la muralla de vehículos, como acaba de suceder en Carreras y la carretera de los Cubos.

Aunque el corte de Ramón y Cajal desde el cruce con Renueva queda todavía para más adelante, después de que no hubiera respuesta de la UE a la petición, cursada por el Ayuntamiento de León en diciembre de 2021, para que le aportara 770.020 euros de los 1.283.367 euros del proyecto que proponía recuperar el entorno de la muralla mediante la colocación de iluminación monumental y la ampliación del espacio peatonal. Aunque sin citarlo de manera expresa, el documento ya deslizaba la intención de sacar los vehículos del único tramo de la fortificación romana que queda aún ligado al tráfico.

El problema principal que retiene por ahora la decisión se ceba con las opciones para derivar ese tráfico que baja por Ramón y Cajal hacia la plaza de San Domingo, donde también está pendiente de fecha el plan del gobierno de José Antonio Diez para eliminar la glorieta y ampliar el espacio peatonal de la plaza hacia el lado de la fachada del BBVA. No hay una decisión firme, ni se ha encargado la redacción la redacción de ninguno de los dos proyectos, pero siguen encima de la mesa sin que se haya definido siquiera si el corte del tráfico afectaría a toda la calle, desde el cruce con Renueva, se limitaría al tramo junto a muralla y dejaría como está ahora la circulación desde el entorno de La Torre para permitir los movimientos de giro desde Padre Isla por Lope de Vega.

A la espera de que se decida si se apuesta por esta nueva peatonalización, el ojo de la cerradura de la nueva puerta para aliviar el tráfico de Ramón y Cajal se dibuja en Renueva. Aunque no se podrá cruzar hasta que se abra la urbanización de la estación de Feve.

La entrada en juego de este sector abrirá la nueva calle que ya se puede ver detrás de las vallas por la que los vehículos podrán cruzar desde la puerta de la terminal, en Padre Isla, hasta Ramón y Cajal. Este movimiento posibilitará que se cambie entonces el sentido de circulación de Renueva para favorecer los giros a la derecha.

La intervención se completará con un cambio en Suero de Quiñones. La calle, hasta ahora, tiene tan sólo un sentido de circulación: desde San Marcos hacia Padre Isla. Pero, con el cambio, los vehículos también podrán ir a la inversa para conectar todos los tráficos provenientes de los barrios del norte, Renueva mediante, con el centro urbano.

La modificación hará que, con el ajuste de la regulación de semáforos pertinente, se pueda atravesar desde Renueva hacia Suero de Quiñones para conectar con la glorieta del Auditorio y, desde ahí, encaminarse a Gran Vía de San Marcos o paseo de la Condesa; mientras que si se gira a la derecha en el primer cruce se incorporarán a Padre Isla o entrarán hacia el sector de Feve.

Desde el otro lado no habrá cambios. Los vehículos de Suero de Quiñones podrán girar a la izquierda hacia Eras o a la derecha hasta Ramiro Valbuena. De frente contarán con la opción de entrar por la nueva calle de estación de Feve.