El futuro de San Marcos es un jardín y tres sepulturas

La intervención dejó un vacío que no cubre el tiempo; y cuanto más tiempo pasa, más amplia es la ausencia de aquel emporio que armó el buque insignia de la hospedería y la hostelería en León. Buque insignia de la hospedería y hostelería leonesa es una expresión recurrente por los políticos que reivindicaron devolver al Hostal de San marcos el mismo estatus competitivo y estructural que tenía antes de acometer la reforma, que redujo su oferta a un tercio, su capacidad a una expresión ínfima en mitad del universo Paradores, donde León fue el rey. La segunda fase de San Marcos no se puede disimular, escrita sobre una herida que cauteriza entre un jardín y tres lápidas, que tapan la huella del núcleo que se derribó y del que nunca más se supo.

Aquel armazón era el continente y el contenido, sobre un edificio de tres cuerpos, encajados como un mecano para satisfacer la demanda de cerca de 200 habitaciones, que elevaron la categoría del escenario al gran lujo. El prestigio de León en los circuitos hoteleros, suficiente para atraer visitantes a la ciudad por el puro placer de hospedarse en la joya de San Marcos.

Cuanto más se silencia la segunda fase entre el discurso político, más notoria es la huella de las tres sepulturas que entierran los cimientos de la fallida construcción, escoltadas por el jardín rectangular, en una alegoría del camposanto que marca el norte del Hostal San Marcos desde el funesto retorno de la rehabilitación.

La imagen más poderosa es la cenital, que enseña la miseria de la ausencia, que se niega en los presupuestos del Estado desde hace seis años, mientras los responsables del organismo de Paradores tratan de atenuar la gravedad de la espera con estudios, nuevos proyectos, nuevas versiones, nuevas valoraciones de las necesidades turísticas y «alojativas» de la capital leonesa. A finales de 2022, la ministra de Industria garantizó que en 2023 se realizará el proyecto; en pleno 2023, cuando la misma ministra estaba en la rampa de salida del Ministerio para emprender el viaje a la candidatura socialista por la alcaldía de Madrid, dio por seguro que se acometería de inmediato el proyecto de construcción de la segunda fase.

El proyecto ya existía. Sin más elecciones a la vista a corto y medio plazo, se da por amortizada la promesa. En la próxima cita con las urnas, se recuperará la deuda.