Una línea amarilla decora el bloqueo de siete meses al cruce de la N-120 en Trobajo
Más de 15.000 usuarios esperan una solución al filtro en el que ya hace dos meses se anunciaron obras y está inutilizado desde diciembre
Editorial: Trobajo aislado: ni semáforo, ni glorieta
La urgencia no es cosa de la obra pública en León, que se toma con parsimonia la solución a los problemas que aprietan el cuello del contribuyente. Ejemplo de esa distancia entre el administrado y el administrador está en la reforma de la rotonda de Trobajo del Camino, la conexión en un cruce anacrónico de la segunda población del alfoz de León y la carretera nacional con más circulación en la provincia. Una línea amarilla anuncia que habrá obra, definitivamente, esta vez sí, aunque no se sabe cuándo. Una obra para liquidar una intersección con semáforos, atascada durante dos décadas, a fuerza de discutir el sentido de las mociones municipales en favor de la mejora y la perspectiva del ministerio de Fomento, que no encontraba presupuesto para este cometido. Es la eterna fricción entre los intereses de León y los que deben definir las inversiones en infraestructuras. Por el módico precio de 1,5 millones se va a terminar de resolver el inconveniente; como acostumbra a suceder en León, el asunto es cuándo.
Si ya resultó bien chocante que para dar celeridad a la obra el Ministerio de Transportes, o los organismo competentes que de él dependen, decidió publicitar el evento sin comenzar la intervención aún con un cartelón de propaganda, «aquí invierte el Gobierno, disculpen las molestias», la última novedad en ese cruce de caminos del alto de Trabajo del Camino, en la esquina oeste de Párroco Pablo Díez con la carretera de Astorga, es una línea amarilla, la metáfora de la acción en el mundo de la obra pública. Por pintura no va ser esta vez, aunque los usuarios de este vial se encuentran desde hace unos días con la novedad cromática en la señalización horizontal que no se corresponde con el motivo de la causa. No se avistan máquinas en el entorno casi dos meses después de anunciar oficialmente el inicio de actividad; no hay máquinas en el entorno, siete meses después de aquel accidente sobrevenido, que mandó al suelo un semáforo y acabó con la escasa fluidez de tráfico que mantenía este embudo.
La historia de la reconversión del cruce de la loma de Trobajo del Camino en una circular con cuatro salidas se vuelve a dilatar, mientras el entorno se adapta como un escaparate que hacer parecer lo que aún no es.
Trobajo del Camino se ha definido en los últimos años por la quiebra de la integración del tren; y, en los últimos siete meses, por el obstáculo del cruce de la N-120, que suma otro paquete de descrédito a la gestión y el trato de las instituciones públicas a la provincia leonesa. El corte del acceso de la N-120 a Trobajo supera los registros de dejadez en las estructuras de comunicación. El emparedado que cierra la entrada de vehículos desde el corredor del Camino de Santiago a Párroco Pablo Díez acumula siete meses de impertinencia diaria; y la cuestión de incertidumbre se mantiene, por mucho que los operarios se hayan decidido a marcar el perímetro con la pintura amarilla que anuncia el hecho excepcional que se asoma a la zona. El corte se produce en una intersección en la que diferentes gobiernos de España amagaron con convertir en rotonda, enclave de retenciones cuaresmales en hora punta, trasiego agotado para la entrada oeste a la ciudad, colmada por esa densidad de tráfico que convierte a la N-120 en una excepción en un territorio asolado por la pérdida constante de actividad y población.
El Gobierno de España anunció tantas veces que se disponía a marcar y cortar el cruce actual entre la N-120 y su travesía urbana en Trobajo del Camino, que este punto del extrarradio de León tan decisivo para equilibrar la circulación se ha convertido en un monumento a la realidad de la gestión pública en la provincia. Casi 1,5 millones para dar seguridad a los más de 15.000 vehículos, que tenían problemas para girar desde la N-120 a Trobajo; desde hace 7 meses, se solucionó esa cuita.