Villaquilambre conoció el lunes la llegada de migrantes y el PP exige explicaciones
Pérez acusa a la extrema derecha de sembrar el odio y Vox insiste en rechazar a los extranjeros
El Chalé de Pozo.
El alcalde de Villaquilambre, el socialista Jorge Pérez, reconoció ayer que se le comunicó la llegada de los migrantes que ocuparán el antiguo Chalé de Pozo el lunes, cuando la orden hospitalaria de San Juan de Dios les remitió una comunicación para convocarle el 18 de junio a una reunión para trasladarles que este inmueble, cerrado desde hace más de diez años, se iba a convertir en un centro de acogida de forma temporal. Antes de ese aviso no tuvo ninguna información oficial de la Administración central, según reconoció a la Agencia Efe. El alcalde está convocado el lunes a una reunión informativa en la Subdelegación del Gobierno y el martes tendrá el encuentro con la orden.
Frente a la situación que ha levantado la protesta de buena parte de los vecinos la oposición del PP en el ayuntamiento afectado ha solicitado un pleno extraordinario para que el alcalde y el equipo de Gobierno «den las aclaraciones oportunas», ya que se han enterado del proyecto «por la prensa y no a través de ningún cauce oficial».
Los ‘populares’ consideran que se trata de una cuestión «lo suficientemente importante», que está creando «una gran alarma social por la opacidad y ocultismo con el que se está tratando el tema desde el Ayuntamiento». Además, apuntaron que tanto los ciudadanos como los concejales de la oposición «deberían haber sido informados en tiempo y forma», ya que la actitud contraria «ha creado incertidumbre».
Sembrar el odio
El alcalde de Villaquilambre acusó ayer a la extrema derecha de sembrar el odio ante la llegada de extranjeros al municipio, y recordó que el Ayuntamiento no tiene competencia en inmigración. Y que se ha actuado con «total transparencia, trasladando la poca información de la que se disponía». «Ha sido sembrada por la extrema derecha y por cuatro exaltados en las redes sociales, que han aprovechado la desinformación para generar una situación de miedo entre los vecinos».
Por su parte Vox León manifestó ayer su «rotunda oposición» a la apertura del centro, porque considera que «las víctimas reales de las políticas del Gobierno son los españoles que viven en los barrios más humildes». Por eso invita a los políticos que «colaboran con el efecto llamada, les gusta la inmigración ilegal y descontrolada y que insultan a los vecinos que no quieren vivir en un gueto» a que «alojen a los inmigrantes ilegales en sus casas».
Por su parte CC OO de León pidió ayer frenar el alarmismo y mostró su preocupación ante la reacción de algunos sectores por la llegada de estos refugiados. «Se trata de un ejemplo más de la solidaridad leonesa», lamentó el sindicato.