San Andrés se queda de nuevo sin secretario

San Andrés del Rabanedo se queda a las puertas del verano de nuevo sin secretario municipal al coincidir la jubilación del secretario titular con la salida del profesional que ejercía esas funciones de forma accidental desde hace seis meses, el periodo tope que permite la ley. De manera que el equipo de Gobierno vuelve a tener que andar con pies de plomo para buscar una solución a un puesto clave para el buen funcionamiento del Ayuntamiento.

El primer apuro se produjo en septiembre de 2023 tras prolongarse la baja estival del secretario, que se saldó con un mes y medio de parón administrativo. UPL encontró el 9 de octubre una solución que se resistía y que permitió poner coto a la penuria que atravesaba la gestión municipal con más de 600 expedientes atascados por la falta de convocatoria de juntas locales, comisiones y plenos. Y la solución surgió al abrir el foco sobre los posibles sustitutos al secretario que trabajaban en la propia ‘casa’. Hasta entonces se había intentado sin éxito que los tres A1 con conocimientos jurídicos dieran el paso de asumir las tareas, porque aludieron a «un exceso de carga de trabajo» para rechazar convertirse en secretarios accidentales de San Andrés.

Al final, aceptó un economista A1 que trabajaba en el Centro de Empleo y Formación (Cemfe) del municipio, al que precedía una fama de gran trabajador y buen gestor, y que destacaba como experto en el acceso a subvenciones, entre otras cuestiones. Su primera medida fue convocar un pleno extraordinario con asuntos en el límite de plazo, al tiempo que se puso con la tramitación de la nómina de octubre de los casi 300 trabajadores municipales.

Con su incorporación se salvó la subvención del ARRU de Pinilla de 600.000 euros, diversos contratos, las compras, el pago a proveedores y decenas de gestiones que requerían la firma del secretario.

Se da la peculiaridad de que el secretario titular pidió prolongar su vida activa, pero se encontró con el muro del equipo de Gobierno, que desestimó esa petición alegando que el funcionario ha protagonizado «constantes, reiteradas y prolongadas ausencias». De hecho desde «que este equipo de Gobierno tomó posesión hace un año, C.F.R. ha permanecido en su puesto de trabajo sólo tres meses y estuvo el resto del tiempo de baja, por lo que no ha prestado asesoramiento», lo que no genera «garantías» sobre el desarrollo de las funciones de secretario en «óptimas condiciones», justificaron. Indican que el puesto es «fundamental, imprescindible, decisivo y de altísima responsabilidad». Y alegaron que las bajas «parecen estar programadas, puesto que el propio funcionario se jacta en público de que va a coger la baja en una fecha y el alta en otra».