Mañueco anuncia en el nombramiento de la nueva rectora que León tendrá Medicina si hay consenso entre universidades
La implantación del grado ha estado presente en los discursos de González y Marín y del presidente de la Junta, quien ha apelado al consenso entre los centros públicos y ha dicho que el plan de León “no es viable”
Editorial: 'La batalla de Medicina seguirá muy viva'
Nuria González ya luce flamante su birrete negro. Durante los próximos seis años llevará el timón de la Universidad de León tras el protocolario acto en el que este martes recibió todas las distinciones que la convierten en la primera mujer al frente de la institución académica y la primera de una universidad pública en Castilla y León. Durante la ceremonia, el grado de Medicina al que aspira la Universidad de León se convirtió en el otro gran protagonista. La rectora entrante y el rector saliente, Juan Francisco García Marín, reclamaron al presidente de la Junta la implantación de este grado por el que la institución académica leonesa lleva insistiendo con fuerza desde hace cuatro años, aunque las aspiraciones vienen de más atrás.
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, volvió a insistir en su discurso que la implantación del grado en León depende del consenso con el resto de universidades públicas,: con Burgos, que también lo ha solicitado, y con Valladolid y Salamanca, que ya lo imparten. Así, concretó que una vez que tras el verano finalice la renovación de todos los rectores en las universidades públicas de Castilla y León, se presidirá una reunión con todos los máximos cargos para «dar pasos firmes» en este sentido y «facilitar el consenso en esta materia«. Eso sí, el presidente de la Junta incidió en que la Universidad de León «tampoco cumple con el requisito de la viabilidad» de su proyecto, por lo que consideró que no cumple con las dos premisas básicas que exige la Administración autonómica para poder contar con Medicina: «Por un lado, lograr un consenso y por otro, la presentación de un proyecto viable, circunstancias que, en la actualidad, no se producen».
Requisitos de la Junta
El presidente de la Junta respaldó su postura alegando que «la calidad del sistema universitario de la Comunidad es una de sus grandes fortalezas y, precisamente, en ese marco deben encauzarse las legítimas aspiraciones» de León para ampliar su oferta con el grado de Medicina. Mañueco recordó que León cuenta «con una amplia y variada oferta universitaria de gran calidad» con estudios «únicos en la comunidad» como los de Veterinaria o los de Ingeniería Aeroespacial y «otros tan destacados» como los de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte o el grado en Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial.
Nuria González, como ya había avanzando tras ganar las elecciones, incidió en que la Universidad de León «va a ser solicitando a la Junta la implantación del Grado en Medicina y Cirugía». Además, añadió: «Es una reivindicación histórica y justa de la sociedad leonesa, y consideramos que ya ha llegado la hora de darle cumplimiento. Su justificación es clara: las necesidades de profesionales médicos en nuestro sistema sanitario aumentan año tras año, y la demanda de estudiantes que quieren cursar este grado no deja también de incrementarse». En su discurso avanzó, pese a las justificaciones posteriores de Alfonso Fernández Mañueco, que la Universidad de León «cuenta con recursos tanto materiales como de profesorado» para implantar el grado, teniendo en cuenta además que otras autonomías ya han ampliado su oferta en diferentes provincias.
La petición
«Hace años que la ciudad de León tenía una universidad, ahora creo sinceramente que León es una ciudad universitaria y estoy seguro de que Ponferrada también lo será», dijo Juan Francisco García Marín, quien este martes dejó el birrete negro en manos de la que fuese su vicerrectora de Actividad Académica con un Aula Magna de San Isidoro a rebosar, sobre todo, de profesores universitarios revestidos con sus trajes académicos. En la primera frase de su discurso, Marín remarcó que este martes fue la primera vez que un presidente de la Junta asistía a la toma de posesión de un rector de la Universidad de León, para incidir en que a pesar de la buena relación con la consejera de Educación, Rocío Lucas, y la directora de Universidades, Blanca Ares, a pesar de que «no hayamos desatascado completamente el tema del grado de Medicina».
María Raga actúo completamente sola como maestra de ceremonias del acto universitario, que se centró en la lectura de los discursos de Marín, como rector saliente, de Nuria González, como rectora entrante y del presidente de la Junta, quien cerró el acto, que cumple con las tradiciones clásicas de las instituciones académicas. Por lo tanto, los rectores Juan Manuel Nieto Nafría, Julio César Santoyo, Ángel Penas y José Ángel Hermida, junto con Marín, ayudaron a la nueva rectora a deshacerse de sus atributos como catedrática de Economía, con el birrete naranja, para imponerle después el birrete y la muceta negras de los rectores.
El legado de Marín
«Las universidades son rentables e impulsan su entorno de forma decisiva, importante y eficaz», dijo Juan Francisco García Marín para insistir en que la «rentabilidad de una universidad pública debe entenderse especialmente en la contribución a la formación de profesionales universitarios que harán que la sociedad sea mejor y en que la ciencia y la cultura sean accesibles a todo el mundo». El nombramiento de Nuria González como primera rectora de la Universidad de León estuvo respaldado además de por el ámbito académico, por un sinfín de representantes de la vida civil y militar, además de los rectores de todas las universidades públicas y privadas de la Comunidad y el de Oviedo, alma mater de la de León.
Tanto la despedida de Marín como la entrada de Nuria González fue refrendada por sonoros aplausos en la sala que se puso de pie en ambos momentos, al igual que cuando ambos reclamaron el título de Medicina al presidente de la Junta.
Crítica constructiva y discurso feminista
«Quiero hacer un alto aquí para reconocer a los centenares de mujeres inteligentes, trabajadoras y tenaces que podrían haber ocupado este cargo mucho antes que yo de haber vivido en una sociedad justa e igualitaria», dijo Nuria González durante su primer discurso ya como rectora de la Universidad de León tras apuntar que convertirse en la primera mujer al frente de la institución leonesa «es un honor y un estímulo para trabajar por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres».
González señaló que los retos más urgentes de la Universidad de León son el desarrollo legislativo de la Losu, «que exige la elaboración de unos nuevos estatutos, sobre los que nos pondremos a trabajar lo antes posible, abriendo este importante debate al conjunto de la comunidad universitaria», a lo que añadió la transformación que se está produciendo en el ámbito universitario a nivel europeo, con León ya a la cabeza a través de su alianza Eureca Pro, y añadió que su equipo ya se ha puesto a trabajar en los planes de promoción y estabilización del profesorado, el desarrollo de la carrera horizontal del PTGAS, la ampliación del horario de las bibliotecas, así como el establecimiento de nuevos convenios que estrechen la relación de la universidad con la sociedad. En este sentido remarcó que toda la comunidad universitaria «va a encontrar siempre abiertas las puertas del Rectorado» y que el equipo de gobierno reclama a profesores e investigadores, PTGAS y alumnos «implicación en las decisiones que habremos de tomar, apoyo en las transformaciones que debemos poner en marcha, altura de miras para situar a nuestra institución allí donde la sociedad más nos necesita y, no menos importante, crítica constructiva para ayudarnos a mantener el rumbo siempre en la buena dirección». La nueva rectora detalló que en los próximos meses se pondrán en marcha planes de actuación a corto, medio y largo plazo que «hagan de la Universidad de León una de las instituciones más competitivas en su oferta formativa y en investigación y transferencia».
Por la igualdad efectiva
Ya como nueva rectora, Nuria González entregó a su predecesor, Juan Francisco García Marín, la insignia laureada lo que emocionó notablemente al catedrático de Veterinaria quien la recibió entre vítores y aplausos. A él también le dedicó unas cariñosas palabras por brindarle la oportunidad de formar parte de su equipo de gobierno «una experiencia que ha sido inmensamente enriquecedora para mí tanto a nivel profesional como personal. Tu liderazgo visionario, tu dedicación incansable y tu compromiso con la excelencia académica han sido una fuente constante de inspiración para mí. Bajo tu guía, he aprendido la importancia de actuar con decisión y justicia, y he visto de primera mano cómo se puede lograr un cambio positivo cuando se trabaja con ilusión y perseverancia». Además, reconoció la labora realizada por todos los rectores que la han precedido en El Albéitar ya que «somos herederos de todos los logros que han hecho que la Universidad de León sea hoy una de las instituciones de educación superior más prometedoras de nuestro país».