El centro de refugiados de Villarrodrigo cobra vida con los primeros 40 huéspedes
Los jóvenes de 20 a 30 años llegaron del centro de emergencia de Alcalá amparados por Protección Internacional
Bajo un sol de justicia y en un clima de total tranquilidad, los primeros 40 migrantes de los 180 que está previsto que se realojan en el nuevo Centro de Refugiados Temporal, de Villarrodrigo de las Regueras, atravesaron en autobús el gigantesco párking de 9.000 metros cuadrados que conduce a su nuevo hogar.
Cargados de maletas y abrigados accedieron al filo de las tres y cuarto de la tarde a las instalaciones, donde un comité de bienvenida de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios formado por integradores, trabajadores sociales e intérpretes les recibió.
En los próximos días y por tandas se irán incorporando el resto de compañeros que inauguran el Centro de Refugiados Temporal de León. Todos ellos ‘escapan’ del saturado Centro de Emergencia, Acogida y Derivación del acuartelamiento Primo de Rivera de Alcalá de Henares que gestiona Accem.
Durante la mañana, el recinto de la compañía Hotel&Chalet del Pozo había sido un hervidero de personas que discretamente ultimaron desde la conexión informática a internet al avituallamiento de alimentos. También dejaron totalmente montadas las tres aulas de español donde se realizará la inmersión lingüística, clave de todo el proceso de integración del que se encarga San Juan de Dios.
Además, se habilitaron zonas de ocio y se acondicionaron las habitaciones que compartirán de tres en tres. Disponen de televisión y de baños modernos que fueron diseñados en mármol por la familia Del Pozo cuando sumaron el hotel a su cafetería-restaurante. Una familia que decidió cerrar el negocio hace once años y que hace unos meses alquiló a una compañía hotelera catalana las instalaciones por un plazo de veinte años.
Como aclaró San Juan de Dios, encargado del Programa de Protección Internacional que ampara a estos migrantes, 35 profesionales se encargarán de atender en la parte social con el objetivo de que se integren con un trabajo. De hecho, varias empresas leonesas colaboradoras con el PPI, como Oblanca y Embutidos Rodríguez, ya se interesaron en ofertar empleos en cuanto los refugiados logren la carta de asilo que acredita que llevan al menos seis meses en el país y pueden trabajar.
Además, se puso de manifiesto que todos los migrantes que serán reubicados en Villarrodrigo, y que proceden de Mali y Senegal, son solicitantes de acogida, de modo que, según las plazas, algunos se derivarán al centro de La Fontana que funciona desde 2022 en el complejo de los Salesianos en Armunia, y otros a otras localidades. El plan de actuación está ya en marcha y diseñado para que los refugiados reciban clases de español y cursos formativos gracias a la red social de Cruz Roja, Cáritas, San Juan, el Ecyl y la Cámara de Comercio. En previsión está también mostrarles el municipio y la ciudad para que se vayan familiarizando con la zona y sepan manejarse. Las puertas del Hotel del Pozo se cerrarán, como en La Fontana, a las diez de la noche, y se abrirán a las ocho de la mañana. Quince trabajadores de logística del propio hotel se encargarán de la recepción, limpieza, comidas y seguridad, «porque para nosotros son clientes», dijo la compañía.