Las cirugías ambulatorias ya casi igualan a las 19.589 que se realizan en quirófano

Las cirugías ambulatorias, que se efectúan fuera del quirófano y sin internamiento del paciente, van ganado peso en el Hospital leonés hasta el punto de que casi igualan ya a las intervenciones que se realizan dentro de quirófano y con una estancia previa de al menos un día. La estadística de Sacyl revela que una operación para eliminar cataratas en los ojos, las amígdalas o lunares, reparar una hernia e incluso extirpar la vesícula biliar, se puede practicar de forma ambulatoria y, por lo general, conlleva dar el alta a las pocas horas para que el paciente regrese a su domicilio el mismo día.

En los últimos años, el avance de las herramientas de quirófano ha permitido sumar técnicas mínimamente invasivas y mejorar los procedimientos para hacerlos más cortos, seguros y sencillos, lo que también se traduce en una recuperación más rápida de los pacientes. Prácticamente todas las especialidades disponen de patologías que pueden ser tratadas de forma ambulatoria o de corta estancia. En algunas como oftalmología, más del 90% de sus procedimientos son de carácter ambulatorio. También cobra auge en procesos pediátricos, ya que permite brindarle a los niños la oportunidad de retornar a sus casas para ser atendidos por sus propios padres.

Hace sólo cuatro años, las operaciones efectuadas de forma ambulatoria representaban el 39% de las cirugías del Hospital de León y gracias a ellas se evitaron 14.300 ingresos en 2019. En conjunto ese año se desarrollaron 36.664 intervenciones de todo tipo. El porcentaje se mantuvo aunque ligeramente a la baja (34%) en 2020 a pesar del huracán covid y la merma que se produjo en el número de procesos quirúrgicos, y la tendencia continuó en 2021, donde la cirugía sin internamiento sigue representando una de cada tres operaciones, y en 2022, donde la diferencia se acortó sensiblemente como en 2023, con 17.829 intervenciones ambulatorias y 19.589 en quirófano.

Entre los factores que han llevado a la Sanidad a encaminarse cada vez con mayor énfasis a la cirugía ambulatoria destaca la disminución de los costos y el elevado grado de ocupación en los complejos asistenciales, lo que puede provocar una merma en la calidad de la atención de los pacientes que ameritan estar hospitalizados, junto con la disminución de infecciones que se pudieran presentar.

El Hospital de León cerró 2023 con 2.403 pacientes pendientes de ser citados para una cirugía de rodilla, manos, hombro o cadera. Una lista que además ‘engordó’ en 370 usuarios respecto a 2022 y que representa el 40% de la lista global de espera de las trece especialidades que envían enfermos a los quirófanos. Traumatología es la especialidad más saturada tradicionalmente. Sus cifras doblan incluso al segundo servicio más demandado, el de oftalmología (con 1.178 pacientes es espera), pero es que, además, el tiempo medio para operarse se disparó a 206 días (casi siete meses).

La situación se repite en el resto de hospitales de la Comunidad y la Gerencia Regional de Salud ha optado por recurrir a los hospitales privados por «insuficiencia de medios propios». Lo ha hecho con un mega contrato de 32 millones de euros, dentro de un acuerdo marco con el objetivo de crear un catálogo de empresas privadas que permitan a Sacyl agilizar la lista de espera quirúrgica en Traumatología y Ortopedia a medio plazo.

Por otro lado, los expertos valoran que el abanico de cirugías ambulatorias se abrirá más si cirujanos y pacientes llegan al entendimiento de que la seguridad de una intervención no radica en que la persona esté o no hospitalizada sino en el procedimiento.

Señalan que la seguridad se obtendrá «siguiendo los principios de selección adecuada del paciente, las buenas técnicas quirúrgicas y anestésicas, y el buen cuidado postoperatorio inmediato». Además, la complejidad de los procesos que ahora asumen los especialistas y el aumento de la demanda quirúrgica como consecuencia del envejecimiento de la población, hacen que la actividad haya pasado de los 15.311 operados en 2010 a los casi 37.000, con auge de la cirugía ambulatoria que evita la hospitalización de los pacientes.

El respeto al paciente y la humanización de la sanidad se traducen en dos nuevas salas en el pasillo del área quirúrgica del Hospital leonés para que los médicos informen con mayor intimidad a las familias del resultado de las intervenciones a los pacientes. Normalmente, los cirujanos llaman por teléfono a los familiares de quien se somete a una intervención para avisar de que el enfermo ya salió de quirófano, se recupera bien, le han subido a planta o ya pueden recogerle. En otras ocasiones, las noticias no son tan halagüeñas por la dificultad de la propia intervención, el estado en el que llegó el paciente o complicaciones en su salud.

Algunas familias, ante la gravedad de la operación o por la intranquilidad y los nervios que les produce la situación, aguardan en la sala de espera de la zona de quirófanos para recibir en directo las noticias sobre la evolución de la cirugía. Y para que en esa urgencia de ser informados conozcan los detalles con mayor intimidad se han habilitado esos dos despachos, sobre todo, si el paciente fallece como ocurre en algunos accidentados graves. Los médicos seguirán informando telefónicamente, pero también disponen de esos dos nuevos habitáculos.