Primeras pruebas sanitarias a los huéspedes del Centro de Refugiados
Sanidad coordina a través de primaria análisis bioquímicos de sífilis, hepatitis, sida y tuberculosis
El Centro de Refugiados Temporal, que dio sus primeros pasos el pasado viernes día 21 para recibir e instalar a sus primeros 40 huéspedes en el antiguo Hotel del Pozo, sigue avanzando en la integración de los migrantes de Mali y Senegal que llegaron a España huyendo de la hambruna de sus países.
Tras pasar varios días conociendo el entorno para orientarse en su nueva ubicación, ayer tocó el turno de los controles sanitarios. Como es preceptivo, y coordinado a través de los profesionales de atención primaria, varios enfermeros se trasladaron hasta las instalaciones para efectuar la extracción de sangre a los refugiados que servirá para efectuar las analíticas bioquímicas que resolverá el laboratorio del Hospital leonés.
Se trata de pruebas para descartar la presencia de tuberculosis, sífilis, sida y hepatitis, principalmente, por ser enfermedades prevalentes en sus países de origen, además de constatar el estado de salud general en el que se encuentra cada persona y gestionar su atención médica si existiera alguna necesidad médica.
Según los planes iniciales, ayer estaba prevista la incorporación de otros 60 migrantes y completar a lo largo de la semana con varios viajes el número de 180 personas. Todas ellas poseen la documentación en regla y son solicitantes de asilo. De ahí que a través del Programa de Protección Internacional (PPI) que gestiona la orden hospitalaria de San Juan de Dios, se les ayudará a lograr la carta de asilo para que puedan trabajar e independizarse a través de una salida laboral. Para ello, disponen de clases de inmersión lingüística, a las que se suman otras formativas gracias a la red de apoyo social de Cruz Roja, el Ecyl, la Cámara de Comercio, y Cáritas, entre otras entidades. El programa ya ha establecido una red de empresas colaboradoras, como Embutidos Rodríguez, Oblanca y Patatas Hijolusa, que han ofrecido puestos a los que puedan cumplir los requisitos.
Una plantilla de 35 personas entre integradores, trabajadores sociales, profesores, abogado y técnico de vivienda se encargan de enfocarles en su nueva vida, al igual que la compañía catalana responsable de las instalaciones pone a su disposición como clientes otras quince personas de mantenimiento, logística, comida, seguridad y limpieza. Los vecinos del municipio de Villaquilambre han visto estos días cómo los nuevos huéspedes del Hotel del Pozo pasean y se divierten jugando a fútbol. El Ayuntamiento está revisando el Ropero Municipal por si algunas prendas pudieran ser útiles a los recién llegados.
Los 180 migrantes que se hospedarán en Villarrodrigo llegan por «emergencia», tras el hacinamiento que sufre Canarias por la presión migratoria que llega a sus costas. Los que han venido a León lo hicieron desde el Centro de Emergencia, Acogida y Derivación que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones puso en marcha en Alcalá.