Junceda: «La clave no es sólo crecer, sino crecer bien, con el alma en lo local»
«La vocación de Sabadell Herrero es permanecer en León al menos durante cien años más»
«Escuchar y ayudar se consigue mucho mejor desde la cercanía. Y esa cercanía es esencial para la banca». Una banca global, que asume todos y cada uno de los retos y las oportunidades que se presentan en el complejo escenario financiero actual, pero que tiene claros sus objetivos. «En un mundo interconectado es fácil perder de vista la importancia de lo local». Y eso es clave para que «siga latiendo la vitalidad de lo cercano, para ello la banca local desempeña un papel fundamental».
Son algunos de los mensajes desgranados ayer en el Club de Prensa de Diario de León por Pablo Junceda Moreno, director general de Sabadell Herrero y director general adjunto de Banco Sabadell. «Alguien cerca, que entienda tus necesidades financieras y esté comprometido con el éxito de la comunidad. Eso es lo que marcha una gran diferencia de marca», destacó.
Junceda insistió en que en el actual escenario de exigencias globales «la verdadera clave del crecimiento se sustenta en que no todo es aumentar. Es muy importante crecer bien».
Un punto en el que repasó la larga historia y la vinculación de la entidad con la provincia de León, ya que nació en Villafranca del Bierzo, para crecer en la vecina Asturias. Con un vínculo siempre importante en el territorio provincial. Que se fortaleció tras la entrada en el Grupo Sabadell, con 150 años de historia financiera. «Esperamos acompañar a nuestros clientes otros cien años más. Porque somos las empresas las que aportamos empleo, riqueza y bienestar a la sociedad».
Pablo Junceda incidió en que el hecho de mantener la marca Sabadell Herrero es muestra «del cariño del grupo a esta tierra, sus gentes, familias y empresas. Una marca que dice cómo somos, pero también cómo queremos seguir siendo».
Por eso el director general de Sabadell Herrero recalcó que «si a nosotros nos va bien, a León también le irá bien». Porque «lo local no implica rechazar la globalización».
El directivo hizo también hincapié en que «el valor de las personas en la banca es imprescindible», para insistir en la trascendencia de una relación cercana con los clientes. Y añadió: «Un buen banco es una institución que asume riesgos medidos y se ilusiona con cada nuevo proyecto que surge en León, o con los que podemos ayudar a que se instalen». Para lo que es fundamental «tomar las decisiones aquí, con equipos leoneses de personas cercanas y comprometidas».
Pablo Junceda realizó ayer en el Club de Prensa de Diario de León un detallado análisis del entorno económico, desde su perspectiva global a la situación nacional. En el que desgranó no sólo las previsiones que se habían realizado para los últimos meses y la evolución real, sino el difícil ejercicio de prever qué va a ocurrir, con los muchos factores de volatilidad que afectan a empresas y gobiernos.
Sí advirtió que hay que «abrocharse los cinturones» para afrontar una desaceleración económica que ya se preveía suave pero que en casos como España está dando síntomas de vitalidad no prevista. Analizó la evolución de la inflación y las medidas sobre tipos de interés tomadas para controlarla; a la vez que repasó las consecuencias de las medidas tomadas en anteriores crisis.
Un concienzudo análisis en el que explicó el coste de financiación que para familias y empresas han tenido la evolución de los precios y los tipos en los últimos meses; la influencia de los factores geopolíticos; la necesidad de contener los salarios a la vez que los precios para evitar una peligrosa espiral de encarecimiento; o los riesgos de un sobreendeudamiento público que ahora debe enfrentar las exigencias europeas de consolidación fiscal.
Junceda llamó a aprovechar el «importante motor» que suponen los fondos europeos Next Generation, aunque advirtió del lastre que supone el desequilibrio de las cuentas públicas, tanto como «una situación de crecimiento y más empleo que no se traduce en un crecimiento de la productividad».
Criticó propuestas como la reducción de los horarios laborales, y sobre todo los impuestos a la banca por sus «beneficios extraordinarios. En 2007 el beneficio del sector fue de 30.000 millones de euros. En 2023 fue de 26.000 millones. No parece un gran avance», sentenció.